MÉXICO DEBE SALIR ADELANTE.
El año que viene.
Por José Manuel Gómez Porchini
En estos días, las redes sociales, los
comentarios personales y por supuesto, el saludo y despedida obligado en las
reuniones decembrinas, es desear lo mejor para el año que viene.
¡Que tengas una muy Feliz Navidad y un Próspero
Año Nuevo!, es la frase en boga y muchas veces, es sólo la repetición
acartonada de un cliché ya muy gastado. Otras, las más, en realidad es el deseo
que brota del corazón afín que desea lo mejor, sin saber qué es lo que está
deseando para aquél a quien se dedica la frase.
En este sentido va mi comentario, que hoy pongo a
sus órdenes y que, por supuesto, me gustaría conocer su opinión. ¿Qué es para
Usted lo mejor? ¿Qué es lo que realmente desea? ¿Qué le gustaría ser y hacer?
Existe una gran diferencia entre tener un sueño y
hacerlo realidad. Entre una visión y alcanzar el objetivo. Esa diferencia se
llama acción.
Y ahora se debe pugnar por que los sueños, las
ilusiones de todos y cada uno de nosotros, los mejores deseos que tenemos para
los demás y para nosotros mismos, sean en realidad acciones que vayan
encaminadas a lograr los objetivos que, primero, debemos trazarnos.
Ir por la vida sin más aliciente que esperar los
golpes del destino para reaccionar, ver pasar la vida sin ser partícipes
activos de la misma, es desperdiciarla. Lo que importa, lo que realmente genera
cambios, es dibujar el sueño y entonces, hacer lo necesario para tornarlo en
realidad.
Ahora eso estoy haciendo. Cada año vivido se ha
venido sumando a las experiencias que me permiten tener un soporte para
imaginar el rumbo al que debo dirigirme y hoy, con la libertad de actuar que
tiene quien no fija límites a los sueños, he venido creando en mi mente nuevos
caminos que permitan llegar a donde nunca hemos estado.
Pensar que la vida es corta y más, el tiempo para
hacer realidad los sueños, mueve al hombre a buscar las acciones necesarias
para hacerlos realidad.
Mi deseo para usted, mi querido lector, es que
logre imaginarse siendo mejor persona, que tenga una mejor familia, que busque
crear un México más justo y por supuesto, que podamos vivir en un mundo más
igualitario.
Claro, se requiere que realice las acciones
necesarias para que sus deseos y sueños se transformen en realidades. Que haga
usted lo suficiente para que su paso por la vida sea de los que dejan huella y
que siempre haya quien lo recuerde con nostalgia, con una frase de alabanza y
con una sonrisa en la cara.
Ojalá, que para México, la diferencia entre
seguir como estamos y cambiar para bien, sean las acciones de todos y cada uno
de los mexicanos. Que cada uno se comprometa a que el año que viene, sea usted
una mejor persona, que trate de lograr esa transformación que sólo desde
adentro se consigue, que sólo con la voluntad de querer ser y hacer más, se
logra.
Ojalá.