jueves, 15 de diciembre de 2011

MIRADA INTERIOR. INFORME DE HECTOR ASTUDILLO Isaías Alanís


MIRADA INTERIOR
MODELO PARA ARMAR
INFORME DE HÉCTOR ASTUDILLO
Por: Isaías Alanís

No se necesita ser taumaturgo o mago para desentrañar las ecuaciones en las que se sustentan los hechos de los últimos años en Guerrero; el incremento de la violencia, el señorío del crimen organizado, pobreza extrema, analfabetismo, falta de caminos, de infraestructura urbana y fuentes de empleo. En ese caldo nutriente, las protestas son el pan nuestro de cada día. Pero lo sucedido el doce de diciembre, es fruto de un coctel histórico cuyas variables apuntan en diversas direcciones: falta de expectativas sociales, una policía sin preparación, la mayoría no sabe leer y escribir; el abuso y chantaje de los normalistas y sus líderes venales que utilizan a los jóvenes para satisfacer sus negocios familiares o de grupo, encubiertos en supuestas o reales ideologías. La anemia en materia educativa estatal y la costumbre cambiaria de los gobiernos que otorgan dádivas en efectivo a los que están detrás de los estudiantes, organizaciones civiles y sindicatos patitos.  
Modelo para armar cuyas piezas se eslabonan dentro del intrincado sistema del estado mexicano y su capacidad para oscilar dependiendo de la danza histórica; y cruzar la línea de un estado benefactor a un estado represor. En este esquema se podrían analizar con veracidad lo acontecido el pasado doce de diciembre.

Los lamentables acontecimientos escalonados acaecidos en Guerrero: la aparición grotesca del contador Zeferino, el secuestro de los ecologistas, Eva Alarcón Ortiz y Marcial Bautista Valle, desaparecidos el 7 de diciembre, la insistencia de los normalistas de que sus demandas hubieran sido concertadas, debió haber alertado a los cuerpos de inteligencia, seguridad y procuración de justicia de Guerrero.

La muerte de dos estudiantes de Ayotzinapa, en condiciones sospechosas y turbias, durante un bloqueo a la autopista del sol y carretera federal, se convierte en un sainete de confusión entre los mandos policiacos. En vez de ser persuadidos con dejar el libre tránsito de las dos arterias, se suscita el fuego cruzado contra marchistas a cargo de la policía federal y ministerial, como lo constatan reporteros que estuvieron en el lugar de los hechos y para los cuales va nuestro reconocimiento. Ante este hecho reprobable, que llena de luto a las familias, el gobernador del estado, de inmediato cesó de sus cargos al procurador, al secretario de seguridad y a los mandos medios de la policía ministerial. Y hoy están arraigados al igual que los policías que abrieron fuego. Esta reacción rápida del gobierno del estado, tiene muchas lecturas y la preponderante es investigar y castigar a los responsables. Acción inusual en un gobierno de Guerrero. Señal de gran impacto de que se hará justicia.
Y mientras se “descalientan” los ánimos, Ángel Aguirre debe realizar una cirugía mayor en su gabinete para no debilitarse en el tramo que apenas comienza de su mandato.  Los guerrerenses no se merecen esto, como tampoco los estudiantes, la muerte. Armar el rompe cabezas de este desaguisado torpe, bien armado o producto de la ineficacia de las policías, le costará hacer reacomodos previos a los comicios del año entrante que ya están en el umbral de la reyerta individual, partidista y de grupo. Esta guerra de alta y baja intensidad, ha provocado que las piezas se muevan desde diversos ángulos. En donde se mueven entes políticos cargados de perversidad para los que no existen principios éticos. Si el ex gobernador Torreblanca, manejó información sobre las bitácoras de los helicópteros y aviones, quiere decir que tiene gente trabajando dentro de la actual administración, por tanto sin inculpar a nadie ni sospechar de nadie, Aguirre Rivero, debe limpiar la casa. Han caído funcionarios perredistas. También, por sanidad y transparencia, debe de pedirle la renuncia a su gente cercana y relacionada con los hechos del pasado 12 de diciembre. Hacer una reestructuración de su gabinete porque todo lo hasta ahora logrado, se cayó por la oscuridad con que actuaron los mandos policiacos, ante decenas de reporteros locales, corresponsales de los medios nacionales. ¿Acaso López Rosas y Almonte Borja ignoraron que vivimos en un mundo donde las comunicaciones son instantáneas? ¿Y que ya no se puede reprimir a una marcha con disparos? ¿Qué Aguirre visitó la normal en fecha reciente y diálogo con los estudiantes cuyos excesos son reprobados por la población?
Los ministeriales que aparecen en videos y fotos, ya están detenidos.  Ángel Aguirre recompone las cosas. La Secretaria de Educación, Silvia Romero Suárez que dejó las peticiones de los normalistas al garete burocrático, también tiene que dar cuentas al ejecutivo. La Asociación de Normalistas del País que aglutina a las rurales, y las células de Ayotzinapa, tienen que replantear sus estrategias coercitivas, y cambiar su modelo educativo ya rebasado.
Ángel Aguirre, está en el camino recto. Lo mejor para Guerrero es que las cosas se compongan mediante los acuerdos y el diálogo de las razones y no de las balas. Castigar a los culpables. Cosa que ya es un hecho. Y cerrarle las puertas a la violencia.

El día de ayer, el edil capitalino Héctor Astudillo Flores, rindió su informe de gobierno. Nos llama mucho la atención, su trabajo en la remodelación del centro histórico de Chilpancingo, que le dio otro rostro a la ciudad. La imagen urbana fue rediseñada de acuerdo a patrones de la arquitectura tradicional, le ha dado otra vibra al centro. El andador Zapata, es una arteria con una nueva imagen urbana, donde por cierto, la Universidad Autónoma de Guerrero, inaugurará en breve el Museo “José Juárez”, La reubicación de los comerciantes del centro, es un logro que hay que aplaudir. Chilpancingo, ha dejado de ser la capital más triste del país. Además de obras de ampliación y saneamiento de las redes de agua potable. Obras que no se ven, pero que son vitales para la vida de una ciudad. Como lo señalamos puntualmente en esta columna, la limpieza del Huacapa, es uno de los grandes aciertos de su mandato, así como los trabajos de pavimentación en colonias antes inaccesibles y de servicios básicos. En hora buena.