miércoles, 28 de diciembre de 2011

RECONCILIACION ESQUEMA DE PROPUESTA DEL ABOGADO MARCELINO MIRANDA


EN GUERRERO, URGE LA RECONCILIACIÓN
Marcelino Miranda Añorve

“Reconciliación,  es la reunión amistosa post-conflictual entre previos oponentes que restauran una relación social alterada por un conflicto”
F. Aureli y Frans B.M. de Waal
Universidad de Berkeley, California. 
En éstos últimos días de diciembre, de relax, han sido también días propicios para hacer un balance de lo que hemos hecho y alcanzado y de lo que no logramos en el 2011. Pero a la vez, estos días nos han permitido hacer algunas reflexiones de la realidad guerrerense, y el asunto que más resalta, es sobre  la polarización política (en que la opinión pública se divide en extremos opuestos, en torno a un partido o figura política) y la polarización social (que se divide en polos de riqueza y pobreza) que crean escenarios presentes y futuros de creciente conflictividad política y social.
Dentro de esa polarización, uno de los problemas que más ha llamado la atención y los medios no han dejado de mencionar, son los hechos del 12 de diciembre que protagonizaron  los jóvenes normalistas de Ayotzinapa y los cuerpos policiales que participaron en el desalojo de la autopista, en la salida de Chilpancingo, rumbo a Acapulco.
En los casos como éste en el que se exige llegar a la verdad jurídica, no queda otra que dar cumplimiento a lo que establece la Constitución Federal, de hacer justicia pronta y expedita, para que no suceda como en otros casos que se magnifican, se burocratizan y después se olvidan. No creo que sea el caso, porque conociendo a los estudiantes de éstas normales rurales como la Raúl Isidro Burgos, ¡Cuidado!. Después de ésta exigencia y el acatamiento a las resoluciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (que se conocerán pronto) necesariamente, se tiene que llegar a otra etapa: La reconciliación.
La historia universal registra experiencias en el ejercicio de gobernar que bien pueden tomarse en cuenta, en climas políticos y sociales como en Guerrero. Veamos. Al tomar el poder Napoleón en 1799,  Francia, se encontraba brutalmente en un conflicto de odios, en un estado catastrófico, dividida, miseria, bandolerismo y anarquía generalizada. Ante ello, el Primer Cónsul, en un punto es inflexible:            reconciliar a todos los que, durante diez años, se habían desgarrado ferozmente; convence a antiguos jacobinos, como Fouché, a sentarse a la  misma mesa con antiguos emigrados, como Lebrun.  Reconcilia a todos los partidos políticos: monárquicos, girondinos, liberales, clero constitucional, anticlericales, ateos, y otros.
En Guerrero, se debe intentar la reconciliación. Como categoría política, es volver a las amistades o atraer y acordar los ánimos desunidos. reconciliación es un proceso en el que las partes involucradas en un conflicto inician una relación que les lleva a una comprensión mutua de lo sucedido, superan sentimientos de odio y rencor desarrollados durante el enfrentamiento, inician un mutuo reconocimiento y sientan las bases para un pacto tácito y voluntario de amistad. La reconciliación recupera las capacidades derivadas del perdón y la comprensión de los hechos y restaura las capacidades afectivas. Hablamos, en resumen, de aprender a vivir juntos otra vez.
Entendiendo la reconciliación como un proceso complejo y multidimensional, desde una perspectiva social y política, se puede concebir como una alternativa viable de transformación pacífica del conflicto. El término es la unión del prefijo «re» y el verbo «conciliar», lo que nos indica que viene a ser volver a un estado de conciliación. Este último término, según el diccionario de la Real Academia Española, es «la acción de componer y ajustar los ánimos de los que estaban opuestos entre sí». Por tanto, es un proceso o una acción que desemboca en una situación de concordia o de acuerdo entre diferentes partes que por diversas circunstancias se han fracturado.
       La reconciliación, es una necesidad y abriría un mejor futuro para Guerrero. ¡Hay que intentarla! Es cuestión de voluntad política.