Entonces por
qué un diputado, Napoleón Astudillo convoca a un foro, en el que habrá de pulsarse
la aprobación de que a los periodistas en Guerrero se les respeten sus
derechos, se les consideren sus privilegios profesionales, sus fuentes sean
secretas y rija en el Estado una especie de tutela jurídica para que el
ejercicio periodístico esté cabalmente protegido.
La ociosidad
de Napoleón no le permite saber que su ocurrencia legislativa está vigente en
la nación desde hace ya muchos ayeres. ¿Por qué no legisla sobre la voracidad
de las Casas de Empeño que practican un agio criminal contra las clases más
pobres? ¿Por qué no prohíbe las “cooperaciones voluntarias” en las escuelas
públicas? ¿Por qué no crea una tabla de salarios máximos para que la clase
política deje de saquear el erario público? ¿Por qué no legisla contra las
prerrogativas económicas de los partidos políticos que son una verdadera
expoliación al pueblo?
Tantas
omisiones, lagunas e irregularidades jurídicas que hay en Guerrero y el Señor
Diputado Astudillo regando sobre mojado.
Comprobar que
“legisladores” de este caletre integran el Poder Legislativo de Guerrero es una
verdadera frustración civil.
Por otra
parte la verdadera misión del escribiente es afrontar siempre con valor, el
sacrificio a que lo expone el riesgo de su oficio. Un periodista que no está
dispuesto a cosechar el amargo fruto de sus críticas, no merece practicar el
majestuoso ejercicio profesional del periodismo.
PD: “Ni un
crítico tiene una estatua”: Romain Rolland