martes, 24 de enero de 2012

UNA FAMA SANGRIENTA José Manuel Gómez



Reza el dicho que “entre mas cambian las cosas mas se quedan igual” y la reciente visita de Jody  Williams (laureada con el premio Nobel de la Paz en 1997) deja de manifiesto la validez de dicho razonamiento, pues la “rabia” que en ella despertó la situación que los indígenas afrontan dia con dia en el estado, no es mas que la continuación de una misma forma de gobierno que desde décadas atras abandera la discriminación y la desigualdad, y tan solo cambia los rostros de los ejecutores de dicho sistema, las promesas tanto de igualdad como de justicia para todos aquellos que viven en la tierra guerrerense son tan solo sueños de opio y palabras que se extinguen con la brisa de la tarde, pues históricamente la represión, la marginación y violación de garantías individuales son espectros que dejan ver sus rostros cuando las armas hacen sentir su estruendo.
Ya desde 2009, cuando la administración de Zeferino Torreblanca empezaba a agonizar,  Jhon Traversi y Ajanta Kaza, miembros del Comité de Derechos humanos de la Barra de Abogados de Inglaterra y el Pais de Gales habían señalado  que la situación en materia de garantías individuales era preocupante, ya que el clima de impunidad y abusos en niveles estatal y municipal subvertían los esfuerzos del gobierno federal. El informe presentado por los ingleses dejaba notar que el acceso ala justicia para los ciudadanos era muy limitado, que el estado de derecho difícilmente era respetado y los abogados y demás actores en el sistema de justica difícilmente podrían ejercer el oficio jurídico con libertad o sin la presencia de alguna clase de soborno sintonizando muy bien con lo declarado por las activista al opinar sobre el presunto abuso por parte de militares a mujeres indígenas "me llamó la atención la falta de justicia total para mujeres indígenas. Es que no tienen acceso a servicios, no tienen acceso a justicia"
La fama que desde la década de los sesenta hemos incubado, como estado opresivo esta mas que justificada, porque aun retumban en las tierras de Costa Grande las voces de los integrantes de la Liga Revolucionaria 23 de septiembre, aun esta presente en la memoria colectiva la persecución vivida por los opositores de los todopoderosos gobernadores durante la Guerra Sucia y aun causa dolor mencionar Aguas Blancas y el Charco, hechos que nos han marcado indudablemente. Hoy en dia, cuando el 12 de diciembre dos estudiantes de la escuela Raul Isidro Burgos, fueron abatidos presuntamente por elementos de la policía ministerial en el estado, el “rostro humano” con el que Angel Aguirre tan arduamente trato de enmascarar a su administración fue echado por tierra. Y los demonios del pasado quedaron libres.
Lo declarado por las organizaciones activistas deja de manifiesto que la formación de organismos libres de corrupción necesarios para la buena aplicación de las leyes, la depuración de cuerpos policiacos y la constitución de una clase política consiente de la importancia del estado de derecho, son necesarios en una entidad donde la legalidad ha sido tan diezmada, pero desgraciadamente no se ve una disposición de las elites del poder para la construcción de tales elementos, hay breves destellos pero no una luz cegadora que nos garantice a salvo de la mano opresora de los poderosos.