IMÁGENES PARA LA REFLEXION: SEPTIEMBRE
NEGRO.
Nadie
puede aterrorizar a toda una nación, a menos que todos nosotros seamos sus
cómplices.
Fue uno de las imágenes que sin
duda, marco el climax de la guerra fría, la de los pistoleros asomándose por el
balcón de la villa olímpica de Munich,
en aquella alemania que estaba dividida
por los intereses capitalistas y socialistas, el mundo observando, temiendo por
la seguridad de los atletas israelíes que adentro se encontraban en calidad de
moneda de cambio y la burbuja de optimismo que los juegos olímpicos representaban, reventarse ante los aterrorizados
ojos de la audiencia, en una era que se polarizaba ante dos formas antagónicas de
concebir el mundo y los dos colosos que las representaban y las defendían, un
tiempo para temer por el destino del mundo. Aquel fatídico 4 de septiembre de
1972, quedo claro que no había sitios intocables, no cuando había objetivos que
lograr a cualquier costo.
El grupo extremista, Septiembre Negro tomó como
rehenes a once de los veinte integrantes del equipo olímpico de Israel, exigía
la liberación de 234 palestinos presos en cárceles israelíes y dos más
encarcelados en Alemania, así como su traslado seguro a Egipto. Fiel a su
férrea política exterior, el gobierno de Jerusalen (entonces la capital del
pais) fue claro: no negociaría con terroristas. Los embajadores de Túnez y
Libia en Alemania también ayudaron intentando ganar concesiones de los
secuestradores, pero fue inútil. Finalmente los terroristas exigieron un
transporte para El Cairo. El desenlace final fue una tormenta de sangre.
En medio de un rescate repleto de
toda la parafernalia digna de una película de accion, la policía alemana falló
en su intento de poner a salvo a los deportistas y el resultado fue la muerte
de los rehenes. Mas adelante el gobierno de Israel emprendería una caceria para
ajustar cuentas a los integrantes del grupo palestino, la llamada operación
“Cólera de Dios” les llevaría cerca de 20 años, y quedaría como uno de los
grandes logros del servicio de espionaje de esa lejana nación, el celebre
Mossad.
Hoy, a medio siglo de distancia
de aquellos funestos acontecimientos, y escasos días de que la Olimpiada de
Londres de comienzo, no podemos negar que los ideales Olimpicos han sido
mancillados, que las inocentes competencias para decidir quien es mal rápido,
mas fuerte o quien salta mas fuerte. En la actualidad los juegos olímpicos se
han transmutado en un acto de comercio mas que cinico, donde los valores
humanos se han visto disminuidos a un entretenimiento, trivial vulgar pero que
genera en millones de dólares.
A medio siglo de distancia y bajo la premisa de que no se deben
introducir elementos políticos en un evento de esta naturaleza, el Comité Olimpico
Internacional sigue simplemente negándole un homenaje a las victimas de un
suceso que cambió para siempre la forma de las olimpiadas. Hoy en dia casi la
mitad del presupuesto de los juegos olímpicos, se gasta en los aparatos de
seguridas debido a lo que ocurrió aquel trágico septiembre. Y por si fuera
poco, hoy cuando las autoridades palestinas afirman que el icónico líder Yasset
Arafat, fue envenenado por medio de polonio radioactivo, el espectro de una
nueva guerra santa y de un nuevo septiembre negro no hace mas que acentuarse.