Ciudad de México (21 julio 2012).- El incremento de los precios de los alimentos en los últimos doce meses duplicó la inflación y llegó a un 8.5 por ciento anual en el mes de junio.
En algunos casos específicos, el alza ha sido ya crónica, pues los incrementos han sido constantes en el sexenio.
Por ejemplo, de acuerdo con datos del Inegi, en los últimos seis años, el precio del huevo subió 66 por ciento; el de la tortilla, 74 por ciento, y el del frijol, hasta 72 por ciento.
Pero eso no es todo, de acuerdo con expertos, se espera que en los próximos meses el incremento en el precio de los productos de primera necesidad sea todavía mayor.
Y es que tan solo en esta semana los precios internacionales del maíz, la soya y el trigo alcanzaron marcas históricas debido a la peor sequía que se ha presentado en Estados Unidos en el último cuarto se siglo.
Por ejemplo, el miércoles pasado, el maíz llegó a 325 dólares por tonelada, un nivel sin precedentes.
La soya también registró su máximo histórico al superar los 633 dólares por tonelada, y el trigo llegó a 368 dólares por tonelada, el nivel más elevado desde 2008.
Analistas consultados previeron que el incremento seguirá durante los próximos meses.
"A pesar de estos niveles de precios, existen las condiciones para que en los próximos meses se observen incrementos aún mayores", aseguró Pablo Sherwell, vicepresidente de Rabobank en México, institución holandesa considerada como uno de los bancos agropecuarios más importantes del mundo.
El experto explicó que la sequía que atraviesa Estados Unidos es la más severa desde 1988, pero también la más extendida por el territorio norteamericano desde 1956, lo cual está afectando las previsiones de producción del ciclo 2012/13.
En México, el mayor impacto en los precios al consumidor podría verse dentro de 3 o 4 meses, y hasta finales del año, en alimentos como la carne, debido a que el maíz y la soya son de los más importantes forrajes, y en productos elaborados con harina de trigo.
Sin embargo, en otros, como la tortilla, el incremento será menor, pues una buena producción nacional de maíz compensará las alzas internacionales, explicó Juan Carlos Anaya, director general de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).
Hay productos, como el huevo y el pollo, que han tenido un alza considerable en el precio en las últimas semanas debido a la epidemia de gripe aviar que se registra en Jalisco y a los propios especuladores que se han aprovechado de esta situación.
Escala en sexenio costo de comida
El costo de la canasta alimentaria básica en las áreas urbanas del país se ha incrementado 36.8 por ciento en el actual sexenio, de acuerdo con estimaciones del Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
En su último reporte sobre la Evolución del Costo de la Canasta Alimentaria, publicado el pasado martes, el organismo indica que el valor total de los 37 productos que la componen pasó de 805 pesos per cápita al mes en diciembre de 2006 a mil 101 en junio pasado.
Los alimentos que registraron mayores incrementos en el periodo son la naranja, con 110 por ciento; el frijol, con 102; el aceite vegetal, con 82; el arroz, con 63, y la tortilla, con 61.
Según los datos del Coneval, los mayores incrementos, de entre 10.5 y 11.2 por ciento respecto al mismo mes del año previose registraron entre marzo y septiembre de 2009. En junio de este tuvo lugar un nuevo repunte, con un alza de 9.4 por ciento.
En el caso de las áreas rurales el incremento acumulado en el costo de la canasta durante el sexenio asciende a 37.1 por ciento.
Su valor en junio se ubicó en 782 pesos.
El valor de la canasta alimentaria básica se determina con base en estimaciones del consumo necesario en los hogares y es utilizado por el Coneval para definir la "línea de bienestar mínimo". La población con ingresos inferiores a esa línea es considerada por el organismo en situación de pobreza extrema.
Para actualizar la línea de bienestar mínimo, el Coneval usa el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El Coneval mide la proporción de personas que no puede adquirir la canasta alimentaria con el ingreso de su trabajo con el Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP), que se elevó 31.4 por ciento entre el cuarto trimestre de 2006 y el primero de 2012.
Las estimaciones del Coneval indican que no sólo el precio de los alimentos registró un incremento sustancial en lo que va del sexenio.
El costo de la canasta básica no alimentaria -que incluye, además de la comida, los gastos de vivienda, transporte, salud, educación y esparcimiento, entre otrosse elevó 26.8 por ciento en las áreas urbanas y 29.5 en las rurales, para llegar a 2 mil 296 pesos per cápita al mes y mil 467, respectivamente.
La canasta básica no alimentaria determina la línea de bienestar, que fija a su vez la frontera de la pobreza.
"Las fluctuaciones en el aumento de los precios y la inflación provocan que disminuya el poder de compra del ingreso de los hogares, lo que provoca dificultades para adquirir los bienes y servicios necesarios para mantener un nivel de vida adecuado.
Por esta razón, resulta importante seguir la evolución de los precios de los bienes y servicios en general y en particular el costo de la canasta básica alimentaria", indica el Coneval en una explicación técnica del ITLP.
Rebasan alimentos a la inflación
El costo de los alimentos en general y de los que componen la canasta básica en particular registran incrementos superiores a los del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), advierte un reporte del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados.
En su más reciente Análisis Mensual de Productos Básicos, el organismo indica que en mayo pasado el índice de precios de los alimentos se incrementó en 6.2 por ciento anual y el de la canasta básica 5.7 por ciento anual, mientras que el INPC aumentó sólo 3.8.
"Los índices de precios de algunos alimentos procesados derivados de productos agrícolas como el maíz, trigo soya y arroz siguen reportando tasas elevadas de crecimiento", indica.
"La presión inflacionaria de algunos productos alimenticios como la tortilla de maíz, los pastelillos, el pan dulce, la masa y la harina de maíz, la harina de trigo y las galletas saladas sigue siendo elevada", agrega.
El mayor incremento en mayo, detalla, se registró en el índice de precios del maíz a granel, que creció 17.1 por ciento respecto al año previo, seguido de la masa y harina de maíz, con 13, y la tortilla de maíz, con 11.8.
Los derivados del trigo, como los pastelillos, el pan dulce y el bolillo, agrega, aumentaron 10.5, 10 y 7.4 por ciento, respectivamente.
"Se confirma que los apoyos gubernamentales que el Gobierno federal ha destinado al sector agropecuario han sido insuficientes debido a que la rentabilidad del campo sigue siendo reducida y el valor y volumen de las importaciones de productos agrícolas continúan elevadas, por lo que la incertidumbre del desabasto y el peligro de una nueva alza en los precios de alimentos permanece vigente", alerta el reporte.
Por otra parte, señala, el sector agropecuario enfrenta una elevada vulnerabilidad frente a fenómenos climatológicos.
"Nos encontramos en el periodo del año en que el clima es sumamente importante (para la actividad agropecuaria) y cualquier cambio adverso podría afectar el nivel de producción y elevar nuevamente los costos y precios de los productos alimenticios", apunta.
Cuestionan la política alimentaria
Para Víctor Suárez, director de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC), el incremento constante en el costo de la canasta alimentaria básica registrado en este sexenio es resultado de una política equivocada.
Se han alentado la bursatilización de la producción agropecuaria y las importaciones, con lo que se incrementó la vulnerabilidad frente a los vaivanes en los mercados internacionales, señaló en entrevista, sin adoptar medidas para garantizar la soberanía alimentaria y el abasto a precios accesibles para la población en situación de pobreza.
"Es anormal que suba de manera constante y sostenida el precio de los alimentos. Tenemos países donde los precios se mantienen estables o disminuyen, como India o China, donde se ha procurado con políticas específicas que el impacto del aumento en los precios internacionales no se refleje en la canasta básica", señaló.
La sequía que se registra en Estados Unidos, alertó, representa un factor adicional sobre los precios del maíz y la soya, que constituyen la base de la cadena de la producción alimentaria en México.
"¿Qué vamos a ver? México depende del maíz y la soya de Estados Unidos. Veremos un incremento en los precios de la tortilla, de la carne y del resto de productos. Este impacto se verá en unos tres meses", pronosticó,
Por su parte, José Antonio Mendoza Zazueta, secretario técnico del Grupo Diálogo Rural México, reprochó el abandono de los pequeños productores del campo.
"Los últimos gobiernos han cometido el error de olvidar la agricultura a pequeña escala, de autoconsumo. No han atendido como se merece la emergencia climática y tampoco han invertido en investigación que nos permita avanzar a la par de la nueva revolución verde de temporal", señaló.