Por temor a ser encerrados por los campesinos que exigen fertilizantes, láminas de asbestos y de cartón; así como proyectos productivos, becas y demás aportaciones de Sedesol federal y no recibir el apoyo del presidente municipal de Atoyac, Carlos Armando Bello Gómez, trabajadores de la comuna han abandonado esas oficinas y se han ido a trabajar a casas particulares.
Zozobra, descontento, coraje y muina pervive entre los pobladores de Atoyac que tienen que ir a realizar algún trámite a las desoladas instalaciones; pues nadie se encuentra excepto los elementos de Seguridad Pública y Protección Civil.
Nadie da informes, nadie se hace responsable. Si desde el año 2011 se ha venido trabajando solo tres días (lunes-martes y miércoles) hoy se ha visto que jueves y viernes, son parte de un sitio que solo se oye el caer de los mangos y las ramas crujen.
La irresponsabilidad de un gobierno que no vino a administrar sino a sustraer lo que pudo. Eso es lo que se observa. La cleptomanía, la propensión a tomar lo ajeno. Violando no tan solo la Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos, sino la Ley de Responsabilidad de los Funcionarios Públicos, Atoyac está sin servicios gubernamentales// Grado Cero Press