lunes, 23 de julio de 2012

ZEFERINO PASADO ES PRÓLOGO. Por Francisco Delgado García


La noche de anoche concluí la lectura de: “Zeferino; Pasado es Prólogo”, escrito por el Dr. Armando Escobar Zavala, excelente libro basado en un noventa por ciento en la reseña de notas periodísticas escritas entre los años de 1993 y 2011 aproximadamente, en la cual describe la lucha de las fuerzas partidistas de izquierda por acceder al poder político, encabezadas por el C.P. Carlos Zeferino Torreblanca Galindo.
Como acertadamente lo subtitula, el pasado familiar, de amistades, de sus estudios y el Frente Cívico de Acapulco, son el preámbulo de su actividad política descrita que lo llevó, primeramente, a administrar el Municipio más importante del Estado de Guerrero, y, más tarde, a gobernar uno de los Estados más pobres de la República.
No obstante que en la parte exterior de la contraportada se plasman algunas explicaciones de su contenido, -uno: el trabajo está dominado por un ánimo más proclive a la comprensión que a la apología o al reclamo, pues, como decía Edmundo O´Gorman, los historiadores no somos abogados defensores, pero tampoco debemos ser fiscales acusadores; otro: recuperar, de manera puntual, los acontecimientos de los procesos electorales que trazaron la nueva geografía política del Estado, es uno de los mayores méritos del autor-, en mi opinión es necesario que hoy en día, se tenga una visión amplia, desapasionada y objetiva de su trabajo realizado como Presidente Municipal de Acapulco y, por supuesto, de su gabinete y equipo de trabajo, para que el Ciudadano pueda dilucidar si los planes se cumplieron y, si efectivamente, existe el “Acapulco que queremos y anhelamos”, utilizado como slogan y promesa de su ejercicio de Gobierno Municipal.
A despecho de esta ausencia, me permito aventurar algunas líneas.
No puede existir gobernabilidad sin gobernanza en el ejercicio del poder, y a la inversa. El Cabildo es una entidad con cuyos miembros el presidente municipal debe lograr los consensos necesarios para hacerlo productivo y rentable, sentando entrambos el marco normativo y programático de la administración pública; la participación ciudadana en los actos de gobierno le da legitimidad a éste; y los miembros de la Administración Pública Municipal con su experiencia y conocimientos y estudios, apoyados con las mejores técnicas y equipos, aunado a su vocación democrática y espíritu de servicio, garantizan los resultados.
Cito de memoria. Zeferino inició por dotar de mobiliario y equipo a los trabajadores del Ayuntamiento, escritorios y computadoras nuevos hicieron su aparición; -el que los pedazos de lámina despegados de los escritorios viejos nos rompieran los pantalones y nos hicieran una herida en el cuerpo era muy frecuente-; rompió con el círculo vicioso de los sueldos de los inspectores y policías de toda laya, incrementando su salario: nos les pagamos bien porque ellos se allegan sus propios recursos, decía la autoridad; tomo dinero porque el sueldo en el ayuntamiento es muy poco, decían los inspectores; introdujo el Sistema GPS para mejorar la captación de recursos vía el impuesto predial; el Tonalli para el manejo de las partidas presupuestales y; se le dio contenido y se regularizó e incrementó, el Catálogo General de Bienes Inmuebles, entre otras acciones no menos importantes.
La obra pública fue de calidad, convenció a tirios y a troyanos. En materia de saneamiento básico también hubo saltos cualitativos. Por primera y única ocasión se dio un concurso de oposición para elegir al Director de Protección Civil, los sinodales fueron invitados entre las fuerzas castrenses destacamentadas en Acapulco y entre los gremios de la industria de la construcción, colegio de arquitectos e ingenieros. Recuerdo una propuesta, que abarcaba acciones de salvamento en el mar. Obviamente era la más costosa.
En la formulación de técnicas, metodologías, indicadores y parámetros para hacer un buen gobierno destacan sin duda, Humberto Sarmiento Luebbert, como su Coordinador de Asesores, y Carlos Álvarez Reyes en la Secretaría de Administración y Finanzas. Que me disculpen quienes no mencioné, pero sobretodo que me disculpen estos dos hombres por mencionarlos, ya que su natural modestia es proverbial.
Las finanzas no son una función substancial de un ayuntamiento, pero es indudable que de su correcto manejo depende el cumplimiento de los objetivos del gobierno. En este rubro destacaron las acciones de Carlos Álvarez para incrementar los ingresos propios y hacerlos rendir, instrumentando diferentes figuras jurídico-administrativas. Su buena fama como excelente administrador la confirmé cuando estando ya él en el Gobierno del Estado como Secretario de Finanzas y Administración, asistíamos cada tres meses a las Conferencias de la CONAGO. Su servidor asistía a la Mesa de Cultura y el a la de Finanzas, pero todos coincidíamos en el restaurante a la hora de tomar los alimentos. Ahí se hacía evidentemente el reconocimiento que sus pares de otras Entidades Federativas le dispensaban.
Este tipo de análisis de la obra de gobierno, por supuesto con técnica y metodología de evaluación predeterminada, se vuelven necesarios para poder observar si la lucha social vuelta gobierno, ha sido capaz de modificar la geografía política y la democrática; la geografía del hambre y sed de justicia. Si los profesionistas acapulqueños han sido capaces de elevarse por encima de sus egos naturales y han contribuido con su granito de arena, a lograr mejores estadios de bienestar y de progreso para los acapulqueños, sus familias y sus asociaciones.
Vinieron después otros tres gobiernos, con sus avances indudables y sus desaciertos, como es natural. En esta fase final una Mujer gobierna los destinos de Acapulco y de sus organizaciones, con mano firme, serena y decidida. Con un estilo personal de gobernar por demás interesante, que se ha avocado primordialmente, a los aspectos cualitativos del gobierno, sin descuidar, obviamente, los cuantitativos. Desde el punto de vista y perspectiva de género, sería muy ilustrativo evaluar sus acciones a posteriori.
Hoy estamos en la antesala de otro relevo gubernamental municipal. Tenemos un presidente municipal electo que gana después de varios intentos por competir, cobijado por diferentes tendencias del espectro ideológico, empresario, y que arriba con un Secretario de Administración y Finanzas que, dicen los que lo conocen, es de excelencia.
Tal vez, por todo lo anteriormente expuesto, ya sea tiempo maduro y confiable para intentar acciones de mayor envergadura que nos catapulten a el desarrollo integral que todos deseamos. Verbigracia: que las empresas que circulen vehículos pesados por las calles de Acapulco, paguen un impuesto que sirva, a la par que para mantenimiento de las vialidades existentes, para integrar y desarrollar un sólido programa carretero, estancado desde tiempos de René Juárez Cisneros. Para explotar el yacimiento de mármol del Kilómetro 30, estancado desde el Gobierno de Rubén Figueroa Alcocer. Para desempolvar el proyecto que se encuentra en el Congreso de la Unión para que a los municipios se les entregue en uso y destino, los malecones fiscales. Para promover cambios en la draconiana Ley de Coordinación Fiscal. Para traer a Acapulco un Planetario. Para ser una Ciudad Educadora. Para desconcentrar y descentralizar al Gobierno Municipal. Etcétera, etcétera, etcétera.
Tal vez entonces, y sólo entonces, mi fraterno Armando Escobar Zavala se anime a escribir la segunda parte de su libro, que bien pudiera subtitular: Pasado es Prólogo y Contenido es Prospectiva. Talento le sobra.
Con mis sempiternos y fraternales saludos.