Juan Francisco |
En este binomio de playa
que es Ixtapa-Zihuatanejo, tenemos muchas bellezas naturales y el mejor de los
climas los 365 días del año, pero nos falta más infraestructura, sobre todo,
para el turismo de negocios que abarca congresos, convenciones y viajes de incentivos,
por lo que este segmento ha sido subutilizado hasta ahora.
Si somos reiterativos en
tocar el sector turístico o “la industria sin chimeneas” como lo dijera el
extinto gobernador José Francisco Ruiz Massieu es porque prácticamente el 60
por ciento de nuestros ingresos en el estado provienen de la derrama económica
que dejan los visitantes, ante la falta de industrias y el tener la actividad
agropecuaria solo de autoconsumo, así como una orfebrería artesanal.
Hace unos días se
presentó en la Secretaría de Turismo (Sectur) la nueva estrategia para promover
el turismo de negocios y hubo datos interesantes sobre la infraestructura
disponible. Por ejemplo hay 71 recintos apropiados en el país y 56 Oficinas de
Congresos y Visitantes (OCV), además de 316 mil cuartos con calidad para
convenciones en México y mil quinientas empresas especializadas, que se
mantienen activas en este mercado.
Independientemente de que
a nuestro binomio de playa le hace falta un centro de convenciones con
capacidad para más de 8 mil personas, el problema es que no obstante que de un
congreso o una convención deriva la ocupación de cuartos de hotel, la
contratación de espacios en medios de transporte y muchos de los efectos
económicos positivos que trae el turismo, su naturaleza está ligada a otras
ramas económicas.
Por eso, hace 10 años,
cuando Eduardo Chaíllo, un experto en este segmento, convenció a sus jefes en
el Consejo de Promoción Turística de México (CPTM) durante el gobierno del
presidente Vicente Fox, para mudar su oficina a Washington DC, lo hizo para
optimizar un presupuesto limitado, dado a que en Washington hay muchas
asociaciones estadunidenses que definen estos eventos, y además allí radican
varios de los organismos especializados en esta actividad, la idea era estar
muy cerca de todos ellos. Hoy Cecilia Cruz, su sucesora, regresa a radicar a la
Ciudad de México con la idea de coordinar que todas las oficinas del CPTM en el
exterior promuevan los congresos y no sólo las de Estados Unidos.
Sin embargo, en lo que
respecta a nuestro dúo de playa, de que nos va a servir a nosotros que haya más
promoción para congresos si carecemos de
infraestructura; entonces, lo que debe de ser prioridad es la construcción de
esa infraestructura, es decir, un centro de convenciones que tenga la capacidad
para grupos mayores de 8 mil personas, a la par de mejorar la infraestructura
de que ya disponemos así como garantizar la seguridad y sobre todo, dar todos
un servicio de calidad y calidez a nuestros visitantes.