OSCAR MEMIJE FRANCO |
Es
evidente que el calor en los últimos días ha sido intenso, sofocante y
desesperante, es parte del Cambio Climático. No sólo sobre el clima, sino
también sobre el Medio Ambiente y del propio ser humano.
El
cambio climático es una variación sustancial y ruda de los equilibrios
medioambientales entre el hombre y la naturaleza, y sus resultados pueden ser adversos
sino se llevan a cabo medidas conjuntas contra el cambio climático.
El
aumento de la temperatura, es uno de los primordiales efectos del cambio
climático, la más importante, y directamente vinculada con la emisión de gases
que contribuyen al efecto invernadero. La tendencia del calentamiento terrestre
ha sido el doble en los últimos 50 años, que en los 100 anteriores y de seguir
así, se estima que la temperatura media de la tierra
logre alcanzar a aumentar hasta 4°C en el año 2050.
En
días pasados en la ciudad de Phalodi, en el noroccidental Estado Indio de
Rajastán, ha pasado a los libros de los récords al registrar el jueves 19 de
mayo del presente año 51.0 grados de temperatura, la más alta de la que se
tiene constancia en la historia de la India
Incitará
la fusión del hielo glaciar, lo que creará el incremento en la cantidad de agua
en mares y océanos. Los científicos estiman que el nivel del mar pueda
acrecentar unos 20 metros de aquí al año 2100, lo que sospecha un peligro para
todas aquellas ciudades que se encuentran situadas en las costas o terrenos por
debajo del nivel del mar.
Estos
cambios desastrosos e irreversibles en los ecosistemas comprometen la
integridad de numerosas especies vegetales y animales y constituyen una seria
amenaza para su conservación. La disminución del nivel de agua dulce, en los
ríos y lagos, debido a la evaporación causada por el incremento de la
temperatura, provocará un nuevo problema, la sequía.
Es
urgente que el gobierno de México accione políticas ambientales para hacer
frente al cambio climático, más aún cuando la mexicana Patricia Espinosa Cantellano
actual embajadora de México en Alemania ha
sido nombrada Secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas
sobre el Cambio Climático (CMNUCC) según ha anunciado el Secretario General de
las Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
La
reciente Secretaria Ejecutiva ha mostrado, además, su disposición a trabajar
con todos los gobiernos, así como con todas las partes interesadas, para hacer
realidad los objetivos y las ambiciones del Acuerdo de París. "Estamos en
una etapa crucial: la de la implementación. Nuestras acciones, sobre la base de
lo que nos informa la ciencia, deben ser rápidas, decisivas y
perdurables", ha indicado.
Esperemos
que para la suma de esfuerzos y entrega a la gran tarea de trabajar para hacer
frente al cambio climático, al menos en nuestro país, pueda involucrar a gente
con entrega, pasión, conciencia y compromiso, como es el caso de Jesús León
Santos campesino indígena, originario de Oaxaca, el mexicano que se convirtió
en el 2008 en el Premio Nobel de Ecología en los últimos 25 años, ha realizado un
excepcional trabajo de reforestación en su región.
El
nombre de la recompensa es “Premio Ambiental Goldman” creado en 1990 por dos
generosos filántropos y activistas cívicos estadounidenses, Richard N. Goldman
y su esposa Rhoda H. Goldman.
Jesús
emprendió El tequio (faenas o trabajos colectivos que todos los vecinos de un
pueblo deben a su comunidad) el trabajo comunitario no remunerado. Reunió a
unas 400 familias de 12 municipios, creó el Centro de Desarrollo Integral
Campesino de la Mixteca (Cedicam), y juntos, con recursos económicos
limitadísimos, se lanzaron en la gran batalla contra la principal culpable del
deterioro: la erosión y la falta de inclusión laboral de las personas.
En
esa región Mixteca existen más de 50.000 hectáreas que han perdido unos cinco
metros de altura de suelo desde el siglo XVI.
La
cría intensiva de cabras, el sobre pastoreo y la industria de producción de cal
que estableció la Colonia deterioró la zona.
El
uso del arado de hierro y la tala intensiva de árboles para la construcción de
los imponentes templos dominicos contribuyeron definitivamente a la
desertificación.
Se
fijaron la meta de conseguir, para las comunidades indígenas y campesinas, la
soberanía alimentaria. Desarrollaron un sistema de agricultura sostenible y
orgánica, sin uso de pesticidas, gracias al rescate y conservación de las
semillas nativas del maíz, cereal originario de esta región.
Sembrando
cuatro millones de árboles de especies nativas, aclimatadas al calor, todo una
variedad muy propia de la zona, el cajete, que es de las más resistentes a la
sequía. Se planta entre febrero y marzo, que es allí la época más seca del año,
con muy poca humedad en el suelo, pero cuando llegan las lluvias crece
rápidamente. Al cabo de un cuarto de siglo, el milagro se ha producido.
Hoy
la Mixteca alta esta restaurada. Ha vuelto a reverdecer. Han surgido
manantiales con más agua. Hay árboles y alimentos. Y la gente ya no emigra.
Necesaria
la aplicación de las leyes en todo el país y el resto del mundo, permitirá
reducir niveles de contaminación al planeta. En el caso Acapulco es un tema que
al parecer no se tienen sanciones cuando
los vehículos emiten demasiado humo, tampoco por personas que vierten sus
grasas a los registros pluviales, por quemar basura, por no realizar el manejo
pertinente de residuos soliditos y muchas cosas más que faltan por hacer.
No
basta con la tarea que realizan algunos gobiernos, es tarea de todos ayudar al
planeta, en las banquetas faltas demasiados árboles y eso todos debemos hacerlo por ser un
responsabilidad como ciudadanos, así lo refiere el Bando de Policía y Gobierno
Municipal de Acapulco artículo 18.- Los vecinos del Municipio tendrán las
siguientes obligaciones:
XXI.
Coadyuvar con las autoridades municipales en los trabajos de reforestación de
áreas naturales, parques, jardines y, en general, en la reforestación de áreas
verdes;
XXII.
Cooperar con las autoridades municipales en la preservación y mejoramiento del
medio ambiente, cumpliendo al efecto con las disposiciones que se dicten al
respecto.
Esa
es la responsabilidad ciudadana, no todo es tarea del gobierno, es un compromiso
compartido que se debe asumir con prontitud y responsabilidad ecológica.