Durante esta semana, un
grupo de líderes de la CNTE ha mantenido una actitud beligerante y opuesta a
los esfuerzos por mejorar la educación de las niñas y niños, ha impedido el
funcionamiento normal de diversas escuelas afectando así el derecho fundamental
de esos niños a recibir una educación de calidad y lastimando gravemente la
confianza depositada en ellos por los padres de familia.
Quienes han suspendido
ilegalmente clases y presionado a otros a paralizar escuelas, en algunos casos
con métodos violentos, son una minoría que no defiende los legítimos derechos y
aspiraciones del magisterio.
Lo que esos líderes
defienden es, más bien, regresar al sistema de privilegios ilegales, indebidos
e injustos, del que se beneficiaron por largo tiempo, cuando la venta de
plazas, la manipulación del escalafón o la extorsión para ubicarte en una
escuela u otra era lo normal. No debemos regresar a esas prácticas.
Por ello, queremos hacer
un sincero llamado a los maestros a volver a las aulas mañana mismo. Los
docentes son la columna vertebral de una escuela y su lugar está con las niñas
y niños.
Afortunadamente, la
abrumadora mayoría de los maestros, demostrando un gran valor y vocación por
sus alumnos, en esta ocasión han ignorado el llamado de esos líderes. Por ello,
desde el lunes 17, miles de maestros se han reintegrado a trabajar a sus
escuelas, asegurando con ello su empleo.
Éste es un momento muy
importante para todos los maestros. No tiene sentido alguno incurrir en la
posibilidad de ser despedido ni poner en riesgo su plaza y su empleo, del que
depende su sostenimiento y el de su familia.
Es la oportunidad de
demostrar que los genuinos maestros de Chiapas, Guerrero, Michoacán y Oaxaca
son los que se distinguen por el esfuerzo, la dedicación y el compromiso con
sus escuelas y con sus alumnos.