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(Fragmento del articulo)
Intentaban conseguir y lograr golpes sólidos contra la red de
inteligencia de Estados Unidos y contra intereses económicos y políticos en
nuestro país
El affaire de espionaje internacional que culminó con la expulsión,
por parte del gobierno de Estados Unidos, de la cónsul de Venezuela en Miami,
Livia Antonieta Acosta Noguera, comenzó hace casi cinco años en el campus de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y tenía como meta instrumentar un
ciberataque masivo contra objetivos estratégicos norteamericanos y contra
personajes e instituciones clave en México.
Para conseguirlo y lograr golpes sólidos contra la red de
inteligencia de Estados Unidos y contra intereses económicos y políticos en
nuestro país, un grupo de ciberpiratas reclutados en la Facultad de Ingeniería
de la UNAM, planeaba usar la súper computadora Kan Balam de la UNAM como
plataforma para los ataques.
Además, se preparaban para atacar, también, intereses de personajes
como Emilio Azcárraga Jean, Ricardo Salinas Pliego, Carlos Slim y el presidente
Felipe Calderón.
Los servidores del Pentágono, de la Casa Blanca, de la CIA y de la
Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés) formaban parte de
un paquete de blancos a penetrar por al menos tres grupos de hackers reclutados
en México, Venezuela y Cuba y coordinados por agentes de inteligencia de Irán.
Se trataba de una ofensiva cibernética sin precedentes en la que los
encargados de materializarla decían contar ya con 1,500 máquinas para enrutar
una oleada de mensajes intrusivos y penetrar los sistemas de seguridad
norteamericanos.
De hecho los dirigentes del plan comenzaban a estructurar formas de
operar los ataques cibernéticos desde Irán. La presión sobre el tema venía del
personal de la embajada, de agentes de inteligencia iraní que necesitaban
respuestas para sus jefes sobre los equipos requeridos, características
técnicas, códigos de encriptación y desencriptación, tiempos de los ataques,
formas de enmascarar las intromisiones.
No más de tres minutos porque de lo contrario esta gente, sus
sistemas, nos ubican y nos sacan del sistema, nos comienzan a buscar, les decía
uno de los académicos.