Si
alguna prueba contundente se debe de presentar para concluir que el actual
liderazgo perredista en Guerrero, está más dividido que nunca, que su
estructura partidista hoy no responde a la correlación de las fuerzas sociales,
políticas y mucho menos productivas y sociales de la entidad, cuando
pasándose por lo alto del “Arco del Triunfo” sus propios reglamentos y
estatutos, y aún los del propio Instituto Estatal Electoral de Guerrero, han cambiado a la ligera y de acuerdo a los
intereses personales de los liderazgos
tribales, territoriales y mecenazgos incluidos, sin vergüenza alguna, han
cambiado, como si hubieran limpiado la casa para instalar a sus
incondicionales, a los representantes generales
y de casillas, bajo los toscos métodos que engañosamente manipulan
bajo ficciones democráticas.
Muy
alejado de ello, perredistas de la talla de Rosario Herrera, actual secretaria
de la Mujer del gobierno del Estado, su hijo “incomodo”, Ilich Lozano
Herrera, diputado federal, el regidor
añorvista Germán Flores Silvestre, como la plana completa del Comité Estatal, y
hasta el propio Carlos Reyes Torres, diputado
local y presidente del CDE del PRD, han
sido señalados como responsables del desmembramiento total, de las
representaciones generales y de casillas, ante el IEEG, imponiendo a sus incondicionales, sin ninguna
preparación ni capacitación, y mucho menos experiencia, para defender no únicamente
el voto, sino todas y cada una de las acciones y determinaciones de partido,
como su representante ante las autoridades electorales y los adversarios
partidistas.
La
destitución de los representantes generales y de casilla perredistas, ante el
IEEG, se llevó a cabo de manera arbitraria, unipersonal en todo el estado, en
donde se ha impuesto la fuerza de los liderazgos y altos funcionarios
perredistas en el gobierno de Ángel Aguirre Rivero, quienes abrigados en su
función burocrática, han hecho pedazos las estructuras representativas del partido
del sol azteca, dejando a un lado a funcionarios con años de experiencia que
habían mostrado en más de una elección su capacidad, limpieza,
transparencia y lealtad al partido,
proceso tras proceso, y que hoy fueron
despojados por el autoritarismo y el protagonismo de seudo ilustres perredistas
que lo único que buscan es su protagonismo estéril, acomodando en puestos tan delicados a gente improvisada y de dudosa lealtad al partido, pero
incondicionales a gente como Rosario Herrera, Rossana Mora Patiño, Ramiro de la
Rosa, el añorvista Germán Farías Silvestre, los diputados Carlos Granda,
Napoleón Astudillo, y hasta el propio presidente del CDE del PRD, Carlos Reyes
Torres, como el senador con licencia y actual secretario de Desarrollo Social,
David Jiménez Rumbo, el propio Sebastián de la Rosa Peláez, quienes han sido insistentemente señalados por
no cumplir cabalmente con sus funciones y estar al servicio de los poderes
estatales.
Las
cosas no paran ahí, con respecto a Reyes Torres, quien además ha sido señalado
insistentemente, de haber sido rebasado
por las grandes corrientes perredistas,
que a su vez buscan a como de lugar apropiarse del mayor número de candidaturas
posibles para manejar y manipular el partido y los órganos legislativos a antojo
y capricho, dado que hasta hoy no se ha molestado en evaluar el trabajo de los
representantes generales de partido y de casilla, ante el IEEG, que proceso
tras proceso le mostraron al partido su capacidad, transparencia y trabajo,
para ser hoy desplazados por gente oportunista
y sin ninguna preparación.
La
cuestión no es por mejorar eficientemente las representaciones generales y de
casilla, sino por el voraz apetito de poder de los jefes de las tribus y las
corrientes perredistas, las cuales “jalan” cada cual por su lado, sin beneficio
alguno para el partido y la sociedad guerrerense.
Frente
a todo esto decenas de perredistas
inconformes por todo el estado, han venido comunicándose y se están preparando
para dar una “vuelta de tuerca” por esta decisiones antidemocráticas que pueden
instalar al partido del sol azteca, al borde de una fuerte desbanda y renuncia de militantes al verse estos desplazados y atropellados sus derechos partidistas.
La
situación al interior del partido del sol azteca está muy lejos de ser de
unidad, sino todo lo contrario, cuando la realidad por la que atraviesa el
estado, es de por si tan delicada que por momentos pareciera en “estado
terminal”, pese al protagonismo bonapartista de la mayoría de las corrientes
perredistas y el aguirrismo en pleno, todo ello en defensa a ultranza de su
jefe político, cuando lo único que les falta dada enorme falta de oficio
político que “saquen en andas la figura de Ángel Aguirre Rivero, para que
desexorcise, primero la Escuela Normal de Ayotzinapa y luego lo lleven a dar un
recorrido por la autopista del sol, en tanto que todo esto tiene que ver sin
dudarlo con el futuro escenario político
del PRD y de las huestes aguirristas, prendidos todos ellos con alfileres de
las migajas del poder y del presupuesto estatal, de ahí que la guerra de posiciones halla
comenzado por el reposicionamiento de los representantes generales y de casilla
como futuros representantes de los acérrimos buscadores de posiciones de
representación popular, y cuyo
objetivo final de los nuevos caciques y
jefes tribales perredistas es el control más allá de las posiciones de poder y
la subordinación de los liderazgos intermedios. Email:gernestorivera@gmail.com