Al votar, nada está escrito. El voto —tan razonado como caprichoso— no tiene palabra de honor. En la soledad del votante, sólo hay tres elementos: él, la boleta y el crayón. Y nada más. La decisión se puede cambiar en el último momento: por razonamiento, entrañas o revancha. De ahí que, a nueve días de la elección presidencial, tomemos en cuenta algunos apuntes.
1) ENCUESTAS. Cuestionadas, dudosas y algunas favorables para sus clientes —“las encuestas son de quien las paga (Beatriz Paredes dixit)—, las encuestas, hoy por hoy, son vistas con recelo por millones. Dudan de ellas. En los Archivos del poder del 11 de mayo señalamos: “No dejemos que influyan en nuestro voto. Eso no. Sería convertirnos en zombis político-electorales, en lugar de ser ciudadanos con voto razonado. Ignoremos las encuestas”. Con sus excepciones, seguimos recomendando lo mismo.
2) INDECISOS. Se calcula que hay alrededor de entre 20 y 30% de votantes indecisos. Unos 20 millones de votos que decidirán la elección. En suma elemental, cualquier ventaja que se le otorgue a Enrique Peña Nieto sobre Andrés Manuel López Obrador o Josefina Vázquez Mota, sería rebasada por el sufragio indeciso.
3) VOTO ÚTIL. De acuerdo con la encuesta de Reforma, en este renglón se presentaría un fenómeno más que interesante: 46% del panismo votaría por AMLO si la elección sólo fuera entre el perredista y Peña Nieto, a quien sólo prefiere 32 por ciento. Y si la elección fuera entreVázquez Mota y Peña… ¡50% de los seguidores del tabasqueño votarían por Josefina! Sólo 22% por el priista. Es el voto útil al que tanto miedo le tiene el PRI.
4) VOTO ANTIPRI. Es altísimo. De alrededor de 54 por ciento. Este voto —fenómeno soslayado, pero clave en una votación donde impera el temor de que la reinstauración del régimen priista aniquile a la incipiente democracia mexicana— favorece en mayor medida a AMLO, con 30 por ciento. Para Josefina iría 24 por ciento.
5) VOTO NULO. Es una ecuación político-electoral innegable: voto nulo o en blanco favorece (no que se otorgue) al PRI. ¿Por qué? Es el partido con mayor estructura político-electoral y, a menor votación ciudadana, más pesa el voto duro priista. En elecciones de alto porcentaje —como en la de 2000, cuando votó 64% del electorado— ganó Vicente Fox. Alta votación ciudadana es veneno para el PRI.
6) VOTO JOVEN. Alrededor de 14 millones de jóvenes con 18 años o más votarán por primera vez para elegir presidente de la República (Fuente: Leonardo Valdés, que preside el Consejo General del IFE). Y si hablamos de un voto útil elevado, de la mano lleva al voto joven que, si bien carece de cifras precisas sobre su preferencia electoral, sí establece una tendencia claramente contraria, en su mayoría, a Peña Nieto. Ejemplos: las votaciones en universidades públicas y privadas derrotan al priista y favorecen a AMLO y, en menor medida, a Vázquez Mota.
7) LOS DOS MÉXICOS. Cuando se habla de un posible triunfo de Peña Nieto y se manifiesta el temor del regreso de la “dictadura perfecta” —como la definió el admirado Mario Vargas Llosa—, los priistas y plumas afines anteponen que eso no ocurrirá porque “México ya es otro y no lo permitiría”. Vale. Pero cuando se menciona una victoria de AMLO, alegan que el perredista acabaría con la estabilidad política y económica del país. Falso. Exactamente el mismo país encontrarían ambos: con un Congreso equilibrado, una prensa más libre (con sus penosas excepciones) y una ciudadanía más politizada. Sin diferencias. El mismo México para Peña y AMLO.
8) IFE. Si la elección está virtualmente empatada entre dos o más candidatos, el IFE no cometerá el mismo error de 2006 —suplantando con una decisión técnico-científica el derecho de un país de saber cómo van los resultados, sin importar quién va arriba o abajo— y hará público, la noche del 1 de julio, el resultado preliminar.
9) VOTO POR VOTO. Si la elección presidencial se decide por menos de 1%, a petición de un partido sí operará esta vez el recuento “voto por voto, casilla por casilla”.
10) MONEDA AL AIRE. A nueve días de la presidencial y, por los elementos incluidos en los nueve puntos anteriores, coincidimos con lo afirmado por el presidente Calderón hace algunos días: “La elección no está decidida”.
ARCHIVO CONFIDENCIAL
NEW’S DIVINE. Se cumple otro aniversario de la tragedia en el New’s Divine y los directos responsables siguen libres. Sólo el dueño del antro,Alfredo Maya, está en prisión. Maya es preso político del gobierno deMarcelo Ebrard. ¿Dónde están Guillermo Zayas, jefe del operativo, y el resto de los policías responsables de la masacre? A petición de padres de las víctimas, la CNDH atraerá el caso. Van contra dos por encubrimiento: el ex delegado en la GAM, Francisco Chíguil, y Lizbeth Rosas Montero, ex directora de Seguridad Pública en esa delegación.
Twitter: @martinmoren
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