El Universal
Nancy y Aurora tienen una mezcla de sentimientos: tristeza, coraje e impotencia. Aunque esta vez ya no lloraron, están convencidas de que el próximo año insistirán, se presentarán nuevamente al examen de ingreso a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), luego de convertirse en parte de los 56 mil 182 jóvenes que se quedaron fuera de esa casa de estudios.
Sólo 6 mil 500 alumnos lograron su ingreso a una de las 99 licenciaturas de la UNAM, esto es, 10.32 % de 62 mil 682 jóvenes que se presentaron al examen de admisión.
La escena la viven cientos como Nancy López Rodríguez, de 20 años de edad, quien en cinco ocasiones ha presentado el examen para ingresar a la UNAM en los últimos dos años y medio, aunque en su caso todavía tiene la esperanza de que los resultados de la UAM —que se darán en dos semanas— puedan cambiar su vida.
Aurora Hernández Vázquez tiene una lucha parecida. Desde hace dos años busca ingresar a la carrera de Psicología. Suma siete exámenes: cuatro veces en la UNAM, dos en la Universidad Pedagógica Nacional y una en el Instituto Politécnico Nacional.
Al dar a conocer los resultados del segundo concurso de ingreso, a través de la página de internet, la UNAM informó que amplió en mil 336 los espacios respecto a los que ofertó en un inicio.
El año pasado en este mismo concurso se presentaron 58 mil aspirantes y se asignaron 6 mil lugares en las licenciaturas.
La UNAM informó que en los últimos años sólo ingresan entre 8 mil y 10 mil jóvenes, por lo que el número de “aspirantes no aceptados es alarmante, cada año encontramos entre 120 y 150 mil alumnos sin cupo”.
La institución asegura que se “ha dicho al gobierno que esta situación podría cambiarse si se hicieran más universidades para que no hubieran tantos jóvenes que no son aceptados”, dio a conocer en la página Guía UNAM 2012.
Al revisar cada una de las áreas del sistema escolarizado y del sistema de educación abierta y a distancia se encontró que en el caso de la sede de la UNAM ubicada en Morelia se quedaron algunos espacios sin ocupar. En el caso de la carrera de Geohistoria se ofrecían 28 espacios, pero sólo se presentaron seis aspirantes y todos pudieron ingresar.
En tanto, en la licenciatura de Literatura Intercultural se ofrecieron 47 lugares y sólo se presentaron 30 jóvenes, aunque de ellos sólo 27 obtuvieron un lugar.
Lo que más se destaca en este proceso es el incremento de espacios por parte de la UNAM, particularmente en las áreas de ingeniería. Tal es el caso de la Ingeniería Civil que se ofrece en la Facultad de Ingeniería, en donde sólo se esperaba a 30 alumnos y se recibirán a 116; en la misma carrera, pero que se ofrece en la Facultad de Estudios Superiores de Aragón, se esperaba a 40 e ingresarán 165.
Lo mismo ocurrió en Ingeniería de Cómputo en ese plantel, donde se esperaban 15 jóvenes y se aceptó a 129. En la Facultad de Estudios Superiores de Cuautitlán, en Ingeniería de Mecánica se ofrecieron 40 lugares y se recibirán 140 alumnos.
En una página adicional la universidad explicó a los estudiantes y a los padres de familia que los aspirantes “cometen errores garrafales como pensar que estudiar una carrera que no les gusta y no reflexionan que es una decisión muy importante en sus vidas”, por lo que, dijo, lo importante “no es sólo entrar a la UNAM como sea, es bueno estar orientado vocacionalmente, tener claro qué es lo que nos gustaría estudiar y lo que quisiéramos hacer en el futuro”.
Los mejores promedios de la prueba los obtuvieron dos jóvenes que se convertirán en médicos; ambos sólo fallaron dos de las 120 preguntas que contenía el examen.
Lo más evidente ocurre en la carrera de Medicina, en donde en esta ocasión el puntaje mínimo para ingresar fue de 111 aciertos, en tanto que en la de Ingeniería Mecatrónica fue de 110 aciertos. Ambas carreras son ofrecidas en el campus de Ciudad Universitaria.
En cuanto a las de ciencias sociales una de las más demandadas es la de Derecho. Para ingresar a Ciudad Universitaria se solicitó como mínimo 77 aciertos y en Acatlán sólo se pedían 73.