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sábado, 20 de octubre de 2012

Acapulco, Obeso. Por Ernesto Rivera Rodríguez.



Dos son los pecados capitales del H. Ayuntamiento de Acapulco: uno la obesidad de la nómina y el segundo, el saqueo, tal cual epidemias o mejor dicho “endemias” que azotan además, al resto de los 81 municipios de la entidad, que aparte del paradisiaco puerto y playa, el resto de los municipios se encuentran y siempre se han encontrado en la inopia financiera y dentro de la barbarie e ineficiencia administrativa pública.
Luis Walton Aburto a tomado como empresario que es, el tema de la obesidad administrativa que padece el H. Ayuntamiento de Acapulco, con más de 8,400 (ocho mil  cuatrocientos) empleados,  en una creciente que el propio edil acapulqueño se ha propuesto detener, no solo eso, sino contener, ponerle un “hasta aquí” y disminuir lo más posible la nómina, que se “traga” cerca del 55 por ciento del presupuesto anual, al rebasar los más de un mil doscientos millones de pesos que se pagan en nómina.!!!, por lo que como lo expresará él síndico administrativo, Armando Tapia, “es urgente cortar la nómina “hasta en un 50 por ciento”.
 Cuando y expresado por él mismo Alcalde acapulqueño, el H. Ayuntamiento de la ciudad de Guadalajara, Jalisco, su nómina no rebasa los cinco mil trabajadores, y con un presupuesto diez veces mayor que el de Acapulco.
El caso de Acapulco es el resultado de la perversidad política, resultado de los compromisos políticos, de uno y otro partido que han tenido en sus manos la administración municipal de Acapulco, pues la historia no nos dejará mentir, así al final de la primera administración como edil suplente de Juan Salgado Tenorio, allá por el año de 1997-2000, Manuel Añorve Baños, dejó un Ayuntamiento con cerca de 4,600 empleados, lo que  fueron aumentando paulatinamente en las administraciones municipales de Zeferino Torreblanca Galindo, a cerca de 5, 400. Con Alberto López Rosas, la curva siguió ascendiendo hasta cerca de los 6,200, y con quien tuvo su mayor desorden fue con Félix Salgado Macedonio, quien no se detuvo e inflo la nómina hasta la estratosfera, hasta llegar a superar los 7,500 empleos.
La rudeza con que se señala el aumento de personal en la administración del ex alcalde Manuel Añorve Baños, tiene que ver más con el “desfalco administrativo”, con los grandes “faltantes”, que en algún lugar tiene que estar, pues si bien la curva ascendió hasta los 8, 400 trabajadores, por las plazas entregadas al final de su administración, fue el quebranto ocasionado por la exalcadeza suplente Verónica Escobar Romo, “exonerada por Luis Walton” , la responsable directa, de la pérdida de control de las finanzas, amén del desaguisado lapso de José Luis Ávila Sánchez, que igual se sirvió con la “cuchara grande”.
¿Revisar una por una las bases entregadas?, apuradamente señaló el secretario general del SUSPEG, David Guzmán Sagredo, después de la reunión con el edil acapulqueño, Luis Walton Aburto,  escapándose de sus responsabilidad, cuando son ellos los secretarios generales de las secciones 19, (Saneamiento Básico) que dirige, Fernando Vásquez Bustos: 24, Fernando Castrejón de la Mora; de la 35, José Cabrera Montufar, y la 56, Fidel Miramón Ortiz, los más interesados en aumentar su  capital humano-sindical,  pues en ello radica su fuerza. O si no por qué la sección de Saneamiento Básico cuenta con más de 1,600 sindicalizados, de los cuales están día con día activos, no más de ochocientos?
Y se lava las manos al expresar que, “No es culpa de la organización sindical, nosotros únicamente velamos por el derecho de los trabajadores que están sindicalizados, que están afiliados a nosotros”, y agregó, de los despidos indicó que se pueden dar “pero, que no se toquen los intereses de los trabajadores que están con nosotros”. Y así hasta el infinito. Pero de acuerdo al edil chilpancingueño, Mario Moreno Arcos , él, como el propio Luis Walton revisaran las bases que se entregaron y en los casos que se pueda dar marcha atrás, se hará, porque la nómina del Ayuntamiento es obesa y necesita disminuirse para poder hacer obra pública.
El propio Sindico Administrativo, Armando Tapia, aseguro, que “no es posible soportar la carga de esa nómina, que agrede los sentidos de la más elemental administración pública”, que lleva al caos esta administración por lo que la misma se debe de adelgazar cerca del 50 por ciento, para trabajar holgadamente, y aún así el daño social tardara mucho en sanar.
 Del resto de los municipios, como Chilpancingo, Igualapa,  Zihuatanejo. Taxco, Ayutla, Zirándaro, Tlapa, Ometepec, Chilapa, Teloloapan, Petatlán, etc. etc. con graves problemas que no son en su mayoría rumores como pretende justificar el propio Guzmán Sagredo, cuando la Auditoría Superior del Estado, cuenta con los recursos de prueba suficientes de cada Ayuntamiento para deslindar responsabilidades administrativas y en su caso hasta penales.