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lunes, 1 de octubre de 2012

SIERVO DE LA NACIÓN… Por: René López Victoria.



Plena en patriotismo y convicción  en todos los sentidos, fue la trayectoria de Don José María Morelos y Pavón,  (30 de septiembre de 1765 - 22 de diciembre de 1815)  pues no se desvió un solo centímetro del camino seguro de su destino superior.

La Historia Nacional, lo presenta como un gran ejemplo para los mexicanos que en el solar patrio sueñan con rescatar las libertades venidas a menos y que en su tiempo reclamó para sus conciudadanos el notable hijo de Valladolid.

Morelos representó en si  la aspiración  más  valiosa  de una generación oprimida    y su pensamiento de visionario  comulgó  con las grandes y legítimas aspiraciones populares; fue el caudillo de una causa noble y padre espiritual  de una cauda de héroes de la independencia; el guía esforzado que comprendió la belleza  de la  libertad como única salvación de México; el estadista que en la vorágine de la lucha encontró la fórmula del bienestar social   y  el  hombre que a pesar de los defectos como tal, recibió el justo tributo de merecer el bien de la Patria y el respeto de todos los mexicanos.

Dentro del Contexto ideológico con que dotó sus esfuerzos libertarios, brilló como astro refulgente, pues en el marco del primer congreso de Anáhuac, dictó sus opiniones de carácter político y los 23 puntos vertidos relativos a problemas nacionales, recibieron en conjunto el tratamiento de “Sentimientos de la Nación”,  configurándose  el primer proyecto de Constitución, otorgando soberanía a nuestro País.
 Su pensamiento  progresista   pregonó los ideales de la soberanía nacional y la igualdad social,  la equidad y la justicia; atacó el vicio, la ociosidad y el latifundismo; proyectó la imagen de su gobierno revolucionario, unido y armónico, desechando la figura de Fernando VII;  promovió el Congreso Nacional en Chilpancingo, que emitió la Declaración de Independencia, y la promulgación en Apatzingán, del Decreto Constitucional, el 22 de octubre de 1814, carta magna que recogió  principios revolucionarios surgidos a lo largo del movimiento. Propuso la creación de un gobierno autónomo, representativo del pueblo y el principio cardinal de la nacionalidad mexicana.
Destacando en ese texto: el principio básico de la división de poderes, el valor de la libertad y la reivindicación del hombre, de un hombre nuevo que viva en la realidad de su tiempo, un hombre que ya no permita la prepotencia de los poderosos, un hombre que se reconozca como Morelos, ”Siervo de la Nación”.

Coincidentemente al actual reclamo Nacional,   que espera  del  Presidente de México, y del  Gobierno federal,  recuperen  el tiempo y el terreno  perdidos  para   acceder a   mejores niveles de vida, de  oportunidades y de justicia…

 Mientras tanto ocurre, no olvidamos al sublime cura de Carácuaro, en el 247 aniversario de su nacimiento con sus incontables incursiones en esta tierra suriana, donde cumplió su compromiso histórico de darle continuidad a la lucha independentista iniciada por Miguel Hidalgo y consumada por  Vicente Guerrero.