Una vez que Felipe Calderón y Genaro García Luna entregaron el poder hace mes y medio, el proceso del caso Florence Cassez avista la posibilidad de ser repuesto, ajustándolo a un procedimiento despojado de presiones. Una sentencia justa puede ser la libertad. Veamos.
Causal de un severo desencuentro entre los gobiernos de México y Francia, Florence Marie Louise Cassez Crepin ha cumplido 38 años de edad, siete de ellos en prisión, de los 60 a que fue sentenciada en primera instancia bajo cargos de secuestro, posesión ilegal de armas y delincuencia organizada.
Quizá Florence habría sido una extranjera más sentenciada a una condena severa por uno de esos jueces que suelen atender instrucciones del poder político, de no haber sido porque metió mano Genaro García Luna, entonces jefe de la Agencia Federal de Investigación (AFI). Montó un espectáculo mediático para demostrar sus dotes justicieras y de investigador.
Seguramente usted recordará –porque fue el operativo fue televisado--que el ocho de diciembre de 2005 la ciudadana francesa, originaria de la provincia de Lille, fue detenida junto con su pareja sentimental Israel Vallarta Cisneros, jefe de la banda de secuestradores denominada Los Zodiaco, en el rancho Las Chinitas, enclavado en Topilejo, jurisdicción de la delegación Tlalpan de la ciudad de México.
Pero se descubrió que el operativo había sido montado por García Luna, quien llegó a culpar a las televisoras de haberle solicitado el show.
No se trata, en forma alguna, de hacer una defensa a ultranza de Florence, pero debo admitir que, en esos días el caso Florence quedó sujeto a los dichos y aportaciones de supuestas pruebas del equipo de García Luna desde la Procuraduría General de la República. Sin contrapeso defensivo fui parte de quienes dimos por cierta la versión de García Luna, pero me generó sospechas cuando mi colega Pablo Reynah fue despedido de Televisa por supuestamente haberse prestado al montaje.
El seguimiento de algunas hebras de esta madeja que tiene el color del protagonismo de García Luna y la tozudez de Felipe Calderón, me llevó a un escenario con características similares a los casos de Othón Cortés Vázquez y Raúl Salinas de Gortari. Así opera la justicia sujeta a dictados políticos en México.
Y como en 1996, cuando llegué a la conclusión de que Othón y Raúl saldrían de prisión porque las pruebas en su contra habían sido fabricadas, hoy me planteo que, en breve, los fantasmas de García Luna y su personal Francisca La Paca Zetina, se aparecerán en el caso de Florence para dar luz en el proceso y poner a todos en su lugar.
Hace diez meses, en marzo de 2012 para ser exactos, se abrió esa posibilidad cuando el ministro Arturo Zaldívar, propuso otorgar el amparo y ordenar la inmediata libertad de Florence. Tres de los cinco ministros que integran la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación votaron en contra, pero quedó asentado que hubo violaciones en el proceso al que estuvo sometida Florence en primera instancia.
Por ello, se encargó un nuevo proyecto a la ministra Olga Sánchez Cordero, que se debatirá en la sesión pública del próximo miércoles 23 de este mes en la Primera Sala.
El año pasado, diputados y senadores del PRI y del PRD estuvieron de acuerdo con el proyecto del ministro Zaldívar. Incluso, el entonces senador priista Francisco Labastida planteó la posibilidad de que García Luna sea sometido a juicio en la Corte Penal Internacional por haber montado y manipulado la captura de Florence.
Los presidentes Enrique Peña Nieto y Francois Hollande ya hablaron del tema y las posturas distan mucho de aquellas de berrinche y tozudez de Felipe Calderón y Nicolas Sarkozy. Justicia sería concretar la posibilidad planteada por Labastida Ochoa y que Florence reciba un juicio justo. Digo.