“Los últimos años de la vida
se asemejan al final de un baile de máscaras en que se dejan caer las caretas” -Arthur Schopenhauer,-
De
la guerrilla y los falsos redentores.
Cuando los pueblos reconocen
sus derechos y sus deberes, ante la opresión de la oligarquía, se rebelan. En
México, brotan muchos grupos llamados de "guerrilla" y, buscan irse a
la selva o la sierra, lo que les quede más cerca. Desconociendo que existen aparatos
detectores que se usan en la localización de pozos petroleros o minas, que
descubren yacimientos entre cinco y seis kilómetros del subsuelos. ¿Cómo no
habrán de encontrar a éstas personas que se cobijan en una palmera, un platanar
o debajo de la mota, con el uso de esa alta tecnología? Otros en el mismo
México, imitan a los hombres que empuñaron armas en actos de fe, pero
sucumbieron, sin lograr concretar su sueño; mucho menos dejar constancia de sus
logros en pos de ese sueño "libertario". Los más, cuenteros y
apostatas, piratean hechos y frases de
esos "luchadores" y pretenden manipular a jóvenes encaminándolos a la rebelión ficticia
e inexistente. Manoseando de manera perversa a esas mentes llenas de ilusiones;
y, desvirtuándolos en caminos del pandillerismo, el terrorismo, y la violencia
ciega. Lumumba, emprendió su lucha sin imitar a nadie; lo mismo Mao, Ché
Guevara. Luego entonces, por qué desde las Universidades no se da lustre a la
academia y dejar a un lado el falso heroísmo.
Y como en todo momento, esos
manipuladores, son los delatores. ¿Cuántos chivatos, quedaron después de la
muerte de Lucio Cabañas, Ernesto Guevara o Martin Luther King? Los que
acompañaron a estos personajes, nadie osó usar el arma, la palabra u otra
herramienta para lograr los objetivos del extinto. Pero, eso sí, se han
beneficiado. ¿Y, que han aportado a sus lugares de nacimiento, todos esos “herederos”
y lucradores?
Atoyac
de Álvarez, Cuna del dolor.
Desde diversas escuelas
existen maestros que son dados a la manipulación del núcleo estudiantil, para
sus fines aviesos, mal intencionado y revoltosos. El caso la Escuela
Preparatoria No. 22 dependiente de la Universidad Autónoma de Guerrero. Ex
estudiantes, hoy hombres y mujeres trabajadores allende las fronteras
mexicanas, recuerdan esa casa de estudios en su tierra cafetera. Pero, también,
observan la evolución que ha sostenido en estos últimos años, donde ha imperado
más el maestro siniestro e infame, que el dador de la academia, como factor de
calidad estudiantil y factor de desarrollo.
La escuela desde hace unos
diez años, ha mantenido una involución, donde ha predominado el canjeo de
calificaciones, los favores sexuales, el trueque de movimientos de pandillas y
turbas para desplazar a maestros o maestras a modo de los grupos pendencieros
de siempre. La agresividad como forma de mantener fueros y canonjías; pero eso sí,
de llamados hombres y mujeres de izquierda; una izquierda que les ha dejado
buenos dividendos, como condominios, autos, cartera abultada, nóminas
gubernamentales y plazas para hijos de maestros y maestras sin contar con el
perfil requerido. Es decir, la Preparatoria No.22, ha servido; sus estudiantes
como carne de cañón y un lugar para lucrar, especular y sacar tajada de lograr
que los estudiantes en vez de alcanzar calidad académica, sean un dígito más de
alumnos sin preparación educativa.
La caterva del profesorado,
usted puede identificarla, vea y califique a los mentores que allí imparten sus
materias formativas. Algunos educadores, sin el perfil pedagógico; pero sí, demagogos,
agitadores, alborotadores y turbulentos.
El caso se muestra, donde
infinidad de padres de familias de esta comarca cafetalera, prefieren enviar a
sus hijos e hijas a escuelas de ese nivel a San Jerónimo de Juárez y Tecpan de
Galeana.
Ante ello, los jóvenes, tienen,
por obligación biológica y social, que abrir
los ojos ante tanto farsante.