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martes, 2 de julio de 2013

PERROS CALLEJEROS Y DESMEDIDO COMERCIO AMBULANTE AZOTAN COYUCA DE BENÍTEZ, ATOYAC, SAN JERÓNIMO Y TECPAN DE GALEANA. Por Jorge Luis Falcón Arévalo*

Un problema de salud, que jamás enfrentó el para su resolución el gobierno del Sol Azteca de Pedro Brito García; y, que por razones por demás obvias, el otro perredista, Carlos Armando Bello Gómez, tampoco asumió la responsabilidad que le competía en su oportunidad, porque no era captación económica para ninguno de esas dos apáticas administraciones. Éste creció de manera desmesurada.

El gobierno de Ediberto Tabares Cisneros, ha venido organizado tanto al comercio ambulante como buscar con salud municipal,  y la Jurisdicción Sanitaria No. 5, se han echado a cuesta combatir este flagelo que es un problema de salud.


Los perros callejeros no tienen la vacunación que necesitan como hepatitis, lyme, parvovirus y la rabia, lo cual los hace predispuestos a enfermedades y sufrimiento innecesario. Además, al estar en las calles hay más posibilidades de entrar en contacto con perros enfermos. Estas son solo algunas de las enfermedades a las que están expuestos estos perros; y, que por ende, se transmiten al ser humano.


Máxime que estos canes deambulan entre taquerías al aire libre o mercados donde son susceptibles de infectarse carnes de pollo, res y cerdo; así como legumbres y frutas. Hay muchos dueños de estos cuadrúpedos que les es más fácil mantenerlos en la calle, que en sus propios hogares; y, que mucho de los vendedores ambulantes cuando se vienen a su vendimia, traen consigo sin ninguna responsabilidad a estos animales que son enfermedades ambulantes.

Es por ello, que el gobierno municipal pide y exhorta a la ciudadanía atoyaquense, a que sus perros, los mantengan en su casa y no los suelte, pues, con el servicio nocturno de la recolección de basura, estos canes tendrán otro destino.

Con lo relacionado al comercio ambulante, en esa franja de la costa grande ciudadanos  bien nacidos han aceptado la reubicación o irse a rentar un local, pero existen grupúsculos que no quiere dejar la calle, máxime que saben que están violando la Ley de vías de Comunicación y el Bando de Policía y Buen Gobierno. Esos son los enemigos no tan solo de esos pueblos costeros, sino de los visitantes