* A nivel nacional el 65% del gasto es para el automóvil, 21% para el transporte público, 9% para el espacio público, 4% en infraestructura peatonal y sólo 1% para el ciclista, lo que provoca que una cambio de paradigma sea urgente, hacia una visión de ciudad humana, es decir, incluyente, equitativa, segura, sustentable y productiva
Las ciudades de México son todo, menos humanas y democráticas; en lugar de ser factibles, son sufribles, expresó el subsecretario de Desarrollo Urbano y Vivienda de la SEDATU, Rodrigo Alejandro Nieto Enríquez, quien asegura que el gran reto de los tres órdenes de gobierno y de los propios ciudadanos es construir la infraestructura, las normas y llevar a cabo las acciones para frenar el uso del automóvil e incentivar los del transporte público y la bicicleta.
Las ciudades de México están enfermas porque “el dinero público se está gastando en infraestructura para el coche, para los vehículos individuales; la media nacional del gasto es del orden del 65 por ciento. En Aguascalientes están gastando más del 80 por ciento para vehículos privados. Ya no se diga Ciudad Juárez. En cambio, Colima está debajo de la media y 50 por ciento del gasto en infraestructura es para peatones”.
Durante su conferencia magistral en la inauguración del 6º Congreso Internacional del Transporte que organiza la Asociación Mexicana de Trasporte y Movilidad (AMTM), dijo que, en cambio, el Estado de México sobrepasa la media y la zona metropolitana del Valle de México en total está por debajo de la media sólo porque el Distrito Federal le ha invertido mucho al transporte público, como lo vienen haciendo también ciudades como Guadalajara, Hermosillo, La Laguna, León y Veracruz.
A nivel nacional el 65% del gasto es para el automóvil, 21% para el transporte público, 9% para el espacio público, 4% en infraestructura peatonal y sólo 1% para el ciclista, lo que provoca que una cambio de paradigma sea urgente, hacia una visión de ciudad humana, es decir, incluyente, equitativa, segura, sustentable y productiva como lo son entre otras Nueva York en los Estados Unidos, Amsterdam en Holanda o Guangzhou en China.
Es decir, ciudades caminables, con actividad física sin riesgos, con sistemas integrados de transporte público de calidad que permitan un menor uso del auto, ciudades vivas y con un uso del suelo mixto; ciudades densas con un eficiente uso del suelo y conectadas hacia los diferentes destinos, además de compactas para generar cercanía entre las diferentes actividades sociales, incluido el trabajo.
“Una ciudad humana, es incluyente, equitativa, segura, sustentable y productiva. Nuestras ciudades no lo son… cómo son equitativas si están dominadas por el coche; cómo pueden ser seguras si tenemos el rompimiento del tejido social con ciudades o zonas alejadas por el coche; por lo mismo tampoco sustentables y como pueden ser productivas con tantas horas utilizadas por la gente para su traslado”.
Agregó Nieto Enríquez: “Me quiero imaginar que muchas de las acciones tienen que ver con presión política, con una visión política. Al tratar de resolver la congestión de las calles se opta por ampliar las calles o los segundos pisos, pero no resuelven, por el contrario se congestiona. El espacio público no se puede reproducir. El espacio es para las personas, no para los vehículos particulares. La inversión pública tiene que cambiar y es un tema donde se deben involucrar los tres órdenes de gobierno”.
El subsecretario de la SEDATU puso a Madrid por ejemplo. Existe un sistema de transporte en el centro; los de las proximidades (cercanías le llaman los madrileños) y los que unen a las poblaciones que están a una hora u hora y media de la ciudad.
Además, propuso, “hay que hacer esquemas como en Singapur, donde la gente, si quiere usar el automóvil a determinadas horas, le van cobrando la utilización del espacio público. Es decir, hay una tarificación para el uso del automóvil”.
Los retos, entonces son, dijo Nieto Enríquez, cambiar el paradigma, de una ciudad de coches a uno de peatones. Si no cambiamos ese paradigma, no vamos a cambiar la ciudad porque con más coches tenemos que gastar más en calles.
Luego, un transporte público con vialidades diferentes a las del transporte privado para que sea rápido, seguro, sustentable y, sobre todo, el tema de fondo no es cuántos vehículos movemos ni cuántos viajes hacemos en la ciudad, sino la solución es obtener cuántos viajes menos vamos a realizar.
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