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martes, 20 de mayo de 2014

Entresemana El dúo dinámico II Moisés Sánchez Limón

A Jesús Zambrano Grijalva y Gustavo Enrique Madero la suerte política les ha sonreído. Al sonorense le dieron un chance de seguir en la dirigencia nacional del PRD, por lo menos hasta agosto próximo, merced a un acuerdo cupular perredista avalado por el Instituto Federal Electoral --hoy INE-- porque así conviene a los factores de decisión del PRD, so riesgo de incurrir en una diáspora que implique el deceso del partidazo que recién cumplió su primer cuarto de siglo de vida.
Al chihuahuense, con 56.76 por ciento de votos, el panismo lo reeligió en la presidencia nacional del PAN. Paradojas de la vida: el nieto del padre del sufragio efectivo, no reelección, se reeligió al frente del partido de derecha conservadora que perdió la oportunidad de mantenerse en el poder y, en 12 años, hizo trizas el beneficio del sufragio efectivo.
En el caso de Zambrano, la democracia que invoca el PRD contra las decisiones cupulares, sometió a sus contrincantes en ese mayoriteo que debió aceptar el secretario general, Alejandro Sánchez Camacho, hombre del bejaranismo incrustado en el Partido de la Revolución Democrática y que comulga con Andrés Manuel López Obrador, quien al frente del Morena desprecia a quienes antes fueron sus cómplices y seguidores en la aventura reiterada por la Presidencia de México.

Lo cierto es que este dúo, indudablemente dinámico en el quehacer político, llega en su versión retro con la pretensión de influir no sólo en la orientación de las reformas a las leyes secundarias que vienen, en materia energética y de telecomunicaciones, para acarrear votos rumbo a la elección intermedia de 2015.
Vuelven por sus fueros, como en aquellos días en el que el Pacto por México los sorprendió en la alianza tendente a ganar comicios y servir de contrapeso a la mayoría priista en el Congreso de la Unión, amén de negociar directamente con los representantes del presidente Enrique Peña Nieto.
Sin duda han conseguido más de lo que, en su momento, pudieron haber logrado por separado en la época de la hegemonía priista que comenzó a perder fuerza cuando, en la elección de 1997, se quedó sin fuerza legislativa y debió ceder tiempos, espacios de poder y control político en ambas cámaras al PRD y al PAN.
Sin embargo, en la docena trágica el PRI operó con tal especialidad quirúrgica en políticas públicas que, pese a haber perdido presencia y enfrentar reacomodos domésticos, se convirtió en un real co gobierno con el PAN, hasta que Felipe Calderón se percató que la alianza electoral con el PRD le daría el margen de maniobra suficiente para evitar el retorno del PRI a Los Pinos y, especialmente, el triunfo de Enrique Peña Nieto.
Por eso y solo por eso, no cabe duda, es que incluso Andrés Manuel López Obrador no discrepó de las alianzas PAN-PRD en el Estado de México, con el fin de dinamitar el ascenso de Peña Nieto a la candidatura tricolor a la Presidencia de la República. Las alianzas dieron frutos en otras entidades, como Puebla y Oaxaca, pero alertaron al priismo de forma tal que la unidad fue un factor fundamental, lección que perredistas y panistas practican con esta ampliación y reelección de mandato.
Sin embargo, la unidad en el PRD y en el PAN es, apenas, maquillaje que oculta las heridas de las tribus. El tema es una prioridad para Jesús Zambrano y Gustavo Enrique Madero. Porque ganar la reelección con 56.76 por ciento de votos, implica que una buena parte del panismo no lo quiere; y hacerse de una ampliación de meses en el cargo, como ocurre con Zambrano, evidencia que su sucesión se complicó de forma tal que las tribus han acordado una tregua.
Por eso, la reunión “privada” que ambos sostuvieron este martes, no quita el sueño al PRI porque, más allá de que hayan revisado el calendario de los procesos electorales del año entrante y la agenda legislativa pendiente, lo que les preocupa es cómo consolidar una real unidad que aporte candidaturas firmes y consolide estrategias para evitar que los atropelle el priismo en las urnas y en las discusiones de la reforma a leyes secundarias en energía y telecomunicaciones, como de hecho ocurrió con la Reforma Político-Electoral.
Y es que, ¿usted cree que el PRI cedió graciosamente a las exigencias de panistas y perredistas en la negociación de dicha Reforma?
Sólo hay que leer lo dicho por Manlio Fabio Beltrones y su equipo de la burbuja legislativa, en torno de temas como los haberes de retiro de los magistrados electorales, enredo al que se le dará tratamiento de iniciativa de reforma y en el que panistas y perredistas cayeron como párvulos, para saber que el dúo dinámico, en su segunda vuelta, necesita algo más que el impacto mediático de una reunión de 40 minutos “en conocido hotel capitalino”. Además, la máxima advierte que, nunca, segundas versiones han sido buenas. Conste.
MIÉRCOLES. No es sorpresa que Jorge Luis Preciado y Luis Alberto Villarreal García continuarán como coordinadores de las bancadas del PAN en el Senado y en la Cámara de Diputados. Ambos, maderistas ayunos de complejos tienen el futuro asegurado. Las candidaturas a los gobiernos de Colima y de Guanajuato son, apenas, elemental pago a servicios en campaña. Digo.

@msanchezlimon