En conferencia de prensa señaló que resultado de múltiples acciones, a partir de una serie de diligencias multidisciplinarias, análisis, así como la estructuración de teorías o hipótesis sustentadas en pruebas o evidencias, se logró la identificación de Reséndiz Nava y Oliveros Reséndiz como probables responsables del homicidio en contra de las dos mujeres, quienes además eran integrantes de la asociación ambientalistas Guerreros Verdes.
Blanco Cabrera explicó que se contó con la participación de testigos, quienes a finales de 2012 señalaron que encontraban en Barra de Coyuca, y dijeron haber escuchado a Reséndiz Nava y Oliveros Reséndiz hablar sobre el tema, detallando cómo asesinaron a las víctimas a plena luz del día y sin testigos.
“Los testigos se percataron que junto a su a su mesa se localizaba un grupo de individuos, identificando a dos de ellos como Arturo Reséndiz Nava (a) El Manguito y Misael Oliveros Reséndiz, los cuales son muy conocidos en la zona porque se dedican a robar.
Agregaron que la persona que conocen, como El Manguito, en esa ocasión le dijo a Ismael y/o Misael Oliveros Reséndiz que les contara a sus demás acompañantes “como les habían metido los plomazos a las dos mujeres de Pie de Cuesta”, puntualizando que las habían matado por andar robando y vendiendo terrenos que no eran de ellas, a quienes dejaron tendidas en una cama, sin que nadie se hubiera percatado a pesar que había sido al medio día cuando las ultimaron”, expresó.
Luego de las investigaciones, se ejerció la acción penal en su contra, librando la orden de aprehensión correspondiente y logrando la detención de Misael Oliveros Reséndiz, hechos ocurridos en la colonia Pie de la Cuesta, en la carretera Acapulco-Zihuatanejo alrededor de las 9:00 horas.
En tanto que a Arturo Reséndiz Nava lo detuvieron ese mismo día a las 21 horas, en la avenida del Mar de la citada colonia.
Ambos sujetos fueron puestos a disposición del juez, y remitidos al Centro de Reinserción Social (Cereso) de Acapulco, donde se les realizaron los análisis correspondientes para constatar que se encontraban en buenas condiciones físicas y de salud.
Por último, el funcionario estatal dijo que tanto en éste como en otros casos, el actuar de la Procuraduría General de Justicia del Estado siempre ha sido con absoluta seriedad y responsabilidad en las indagatorias, recabando los elementos de prueba necesarios para ejercitar acción penal en contra de los probables responsables, sin dejar espacio a la especulación, la suspicacia y la sospecha sin sustento alguno.