El
priista Rodrigo Sánchez Flores aspiraba a convertirse en el 2012 en el
candidato oficial de su partido a la presidencia municipal de Tamazunchale,
cuando decidió quitar de golpe y porrazo a su adversario político y más fuerte
competidor por la misma silla, al rector de la Universidad Comunitaria Potosina
Simón Aquino Baltazar, quien murió en una embocada el pasado 3 de marzo del
2012.
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GABY CARMONA ASTUDILLO |
Para
ambos aspirantes, la candidatura oficial
de su partido se les fue de golpe y porrazo, a Sánchez Flores porque la
procuraduría de San Luis Potosí le acreditó su involucramiento en éste triste
hecho, lo que llevó a su detención en Cancún. Y a Aquino Baltazar porque su
muerte truncó de tajo esa aspiración que tenía.
No debe
extrañarnos que la nueva generación de aspirantes a políticos, se armen de
valor para ordenar el asesinato de quien
supone le causará mayor problema en la contienda interna de su partido
político.
Este
hecho no es nuevo, ya en el pasado, se registraron situaciones de éste tipo que
causaron dolor, llanto y el repudio de una sociedad, que con la muerte de Luis
Donaldo Colosio Murrieta, fue perdiendo la confianza en la clase política
mexicana.
Es
cierto que a Colosio no lo mató otro aspirante, pero para ésta generación, su
muerte fue orquestada desde el sistema político, aunque existe la versión de
que su muerte fue ordenada por el crimen organizado al dejarlos plantados en
más de dos ocasiones, lo cierto es que, a partir de eso momento, todo cambio.
La
incursión de la delincuencia organizada en el sistema político mexicano, ha
llevado a muchos aspirantes a un cargo de elección popular, -el cargo que usted
elija- a involucrarse directa o indirectamente con ellos. Michoacán es un claro
ejemplo de ello, en Guerrero no cantan tan mal las rancheras.
Hoy en
día, los aspirantes a políticos, no buscan el bien común, no buscan el
beneficio de la gente del pueblo, de la colonia, de la comunidad o del
municipio, muchos aspiran a ese cargo para que su vida cambie por completo y de
esta forma tener accesos a todo tipo de canonjías.
En
septiembre del 2008 es asesinado el candidato perredista por el distrito 14 a
una diputación local, y alcalde con
licencia del municipio de Ayutla de los Libres, Homero Lorenzo Ríos. Su muerte
adjudicada presuntamente a un grupo armado.
En
Junio del 2012 la muerte del aspirante perredista a una diputación local por el
distrito 14 con sede en Ayutla de los Libres, y exalcalde de Florencio
Villarreal Margarito Genchi Casiano, su muerte también fue adjudicada a un
grupo armado, sin embargo, las voces señalaban para quien en ese momento
dirigía los destinos del municipio.
El
legislador federal priista Moisés Villanueva de la Luz fue asesinado en la
región de la montaña, su crimen aún permanece impune. Se involucraron a varios
personajes políticos de la zona incluyendo al ex alcalde Willy Reyes Ramos,
quien goza de toda la impunidad y diríamos que hasta de la protección de la
PGJE. Su asesinato tuvo un costo de 300 mil pesos, dicen.
En el
agosto del 2009 el perredista y aspirante a la candidatura oficial de su
partido a la gubernatura del estado Armando Chavarría Barrera es brutalmente
asesinado, en este hecho se vincularon a varias personas entre ellos al
gobernador en turno. Asesinato que está impune.
En
abril de 1932 Nabor Ojeda ordenó el asesinato del general Donaciano Astudillo
Rosas, exalcalde de San Luis Acatlán y fuerte aspirante a una diputación local
por el PNM (hoy PRI). La autoría intelectual de este crimen fue adjudicado al
mandatario estatal Adrián Castrejón y a varios integrantes del cabildo
Sanluisteco. Como hoy en día, su muerte quedó en la impunidad.
Lo
cierto es que este asunto de las candidaturas a cargos de elección popular, no
debiera ser de ésta forma, en donde para llegar al poder, tienen que ordenar la
muerte de su adversario y de ésta forma caminar como si nada hubiera pasado.
Es
tiempo de que la autoridad actué con verdad y se detenga a los verdaderos
asesinos, no más chivos expiatorios pero también, no debe haber en este país y
en este estado, un político más muerto por ambición de poder. Veremos que pasa.