Un hombre salvó su carrera
musical tocando el violín en una neurocirugía.
La imagen es altamente
llamativa, un hombre cubierto de
plástico y envuelto en cables toca un violín en un quirófano rodeado de hombres
de bata azul. En primera instancia no sabemos si es algún tipo de performance o
se trata de un procedimiento médico… Ese hombre no sólo está ahí para hacer una
prueba o sorprendernos, está siendo operado del cerebro.
Se trata de Robert Frisch,
un violinista profesional que fue sometido a una neurocirugía en la Clínica
Mayo para tratar un “temblor esencial”, una condición en la que no se puede
controlar el pulso y una persona padece contracciones involuntarias. En las
notas altas, las manos de Frisch temblaban de manera frenética e indetenible,
de manera que su carrera como violinista estaba en riesgo.
Al tocar el violín durante
su operación, Frisch guió a los médicos hacia un segmento de su cerebro que
estaba disparando una señal fallida que causaba su periódica temblorina. Para
hacerlo, los doctores implantaron un pequeño electrodo que bloquea el temblor haciendo una pequeña descarga eléctrica en la
parte del cerebro que señaliza el temblor.
Alrededor de 10 millones de
personas en Estados Unidos sufren de esta condición, la cual puede llegar a ser
paralizante, especialmente para personas que tienen profesiones en las que
estos episodios pueden comprometerlas de manera indeseable. El procedimiento
conocido com “estimulación cerebral profunda” –usado también para tratar la
depresión, el mal de Parkinson y otras enfermedades– es una interesante y
creativa alternativa para resolver este problema. En el caso de Frisch le
regresó su carrera y la música al más alto nivel –algo ciertamente nada
trivial.