La
clase política guerrerense se encuentra activa a seis meses de que se celebren
los comicios electorales para renovar la gubernatura del estado, la cámara de
diputados y las presidencias municipales, todos, funcionarios de los tres
niveles de gobierno y representantes populares andan promoviéndose para
alcanzar alguna nueva posición política, sin importar que para ello, se
utilicen los recursos públicos de forma descarada y cínica.
Los
representantes populares andan recorriendo la entidad, con discursos viejos y
caducos que la población no cree, y no les cree porque cada proceso electoral
es lo mismo, los mismos nombres, los mismos rostros, las mismas prácticas, los
mismos vicios, el mismo engaño.
Con
tristeza podemos observar que los funcionarios de los tres niveles de gobierno,
están utilizando los recursos públicos para promoverse y alcanzar el
posicionamiento que buscan ante una sociedad que ya no les cree nada, porque
esos personajes políticos han permanecido encerrados en sus oficinas de
gobierno alejados de la ciudadanía pero que hoy en día las visitan con
frecuencia, llevándoles pequeñas dádivas y echándoles el mismo discurso para
dar la impresión de que trabajan y han estado cerca del pueblo, de la gente cuando ha sido todo lo contrario.
Y los
legisladores federales, senadores de la república o diputados locales han
servido al poder al que pertenecen y jamás han consultado a la población sobre
las reformas que tenían en sus manos para ser aprobadas, jamás consultaron a
sus representantes si estaban a favor o en contra de éstas disposiciones, no,
por el contrario, se dedicaron a negociar su voto y con ello se llevaron no
miles sino millones de pesos a sus cuentas personales, mientras la población
sufrirá las consecuencias. Esos representantes populares ahora andan en campaña
anticipada.
A ésta
clase política guerrerense que aspira a un cargo de elección popular, no les
interesa la situación de marginación, pobres extrema, desempleo, inseguridad a
lo que se enfrenta la sociedad todos los días del año, a esta clase política
que se placea y levanta hasta las dos manos, no le importa lo que le suceda a
la población, lo que les interesa es tener un nuevo cargo político para
continuar con el nivel de vida que actualmente tienen y les importa poco que la
población guerrerense carezca de los mínimos servicios públicos o de seguridad
en sus calles y avenidas que forman su municipio, ciudad o pueblo.
A esta
clase política que anda promoviéndose para alcanzar un nuevo cargo, no les importa que los guerrerense de la
Montaña, de la Sierra de Guerrero o de la zona centro vivan en la hambruna
total, no les interesa que los damnificados del huaracan Manuel, a estas alturas, no tengan un lugar donde resguardarse de las
lluvias, del frío extremo de esa zona como tampoco les preocupa que los niños
pobres de Guerrero, no tengan un sitio para continuar sus estudios. No, la
clase política de Guerrero solo quiere garantizar su prolongación en el poder
para seguir manteniendo su nivel de vida.
A seis
meses de que llegue el proceso electoral, la clase política guerrerense anda
como perro en brama, demostrándole a una sociedad el hambre de poder que traen
las viejas y nuevas generaciones de políticos y aspirantes a políticos, en
lugar de hacer un frente común para ayudar no solo a la reconstrucción de
Guerrero sino un frente entorno a la sociedad guerrerense que en silencio los
observa como se destrozan, se acusan y desvían los recursos públicos que se
suponen son para beneficio del pueblo de Guerrero.
Recordemos
que el 7 de junio del 2015 es el proceso electoral, que en Marzo de ese año
empieza la campaña a gobernador y en Abril inicia la campaña a diputados y
presidentes municipales, quizás por eso, los viejos políticos traen un hambre
de poder, que no se conforman con lo que ya se robaron sino que buscan seguir
comiendo del pueblo de Guerrero.
NEPTUNO DEVORANDO A SU HIJO Cuadro de Francisco de Goya y Lucientes |
Los ex
gobernadores quieren regresar al poder, aunque sea municipal, para demostrarle
a la sociedad guerrerense que son los salvadores del pueblo, el mesías que
tanto están esperando por ellos si saben como gobernar, aunque con ello habrán
de regresar personajes que en tres años o seis se hicieron millonarios, esos ex
gobernadores y ex alcaldes no se conforman con haber colocado a sus mujeres en
cargos de elección popular, no, ahora buscan colocar a sus hijos en alguna
regiduría.
En los
pasillos políticos se menciona que en el PRI, el exalcalde de Acapulco y hoy
diputado federal que a levantado los dos brazos para ser tomado en cuenta a la
gubernatura del estado, Manuel Añorve Baños pretende imponer a su hijo mayor en
la primera regiduría en Acapulco, mientras que su esposa Julieta Fernández
habrá de irse a la diputación federal. Ante este escenario el ex gobernador y senador
René Juárez Cisneros no se quiere quedar atrás y busca imponer a su hijo del mismo nombre en la
segunda posición de regidor en Acapulco.
Muy al
su estilo el diputado federal Manuel Añorve Baños, ya tiene vendida las diez primera regidurías
en Acapulco, y entre ellas hay varias para los diputados del Verde, sin
embargo, ambos políticos priistas se toparon con pared, cuando Rubén Figueroa
Smutny dijo que es tiempo de que el PRI les de la oportunidad a los militantes
que han trabajado y servido al partido, por lo que exhortó (por no decir
amenazó) a los dos priistas a retirar sus propuestas y a decirles a quienes ya
les vendieron la idea de que van a ser regidores de que no van a ser. Y para
amedrentar más a los dos ex gobernadores que se sienten dueños de Acapulco,
lanzó la publicidad de su hijo. Hecho que al parecer, intimidó a los mesías
priistas.
Parece
que los personajes políticos de todos los partidos no han comprendido que la
población guerrerense los rechaza por el hambre que traen en la boca y en sus
bolsillos y que parece no va a terminar nunca.
La
población los rechaza porque cuando tuvieron la oportunidad de servir a la
gente, se sirvieron ellos con la cuchara grande, a tal grado que dejaron los
ayuntamientos y la gubernatura del estado en quiebra y con enormes deudas
económicas, hecho que esos mismos personajes políticos parecen haber olvidado y
hoy se placean como si nada hubiera pasado.
Y si
hablamos de los nuevos aspirantes a políticos que tienen un cargo público,
estos no solo desvían los recursos de programas educativos o sociales sino que
cínicamente hablan de honestidad cuando sus propios trabajadores le cuestionan
las sumas millonarias que han desviado para promocionarse en la política, pero
ellos andan como si nada pasara.
La
necesidad económica y social que vive el pueblo de Guerrero, en especial las
zonas más pobres de la entidad, es lo que lleva a muchos guerrerenses a vender
su voto por una dádiva, sin ponerse a reflexionar el grave daño que se hacen y
le hacen al estado., de ahí que se mantengan personajes políticos que hoy
amenazan con regresar a llevarse parte de lo que dejaron. Así las cosas de en
política estatal y su hambre por el poder político. Veremos que pasa.