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miércoles, 10 de junio de 2015

Armando Rojas Arévalo/EPISTOLARIO/ Pian pianito

Armando Rojas Arévalo.
“En política, son los medios los que deben justificar el fin”. Albert Camus.
 HERIBERTO: Las elecciones del domingo dejaron un mensaje y varios tópicos para reflexionar. El mensaje: Los electores están hartos de los partidos y votaron -tímidamente, hay que reconocer, pero en el futuro mediato debe ser contundente- por el cambio. El resultado es interesante y tiene una sola lectura: la gente le envió un recado a los partidos: “no estamos a gusto con ustedes”. Efectivamente, el PRI sigue ganando las elecciones, esta vez colgado del PVEM, pero el repudio fue evidente. Obtuvo una de las votaciones más bajas de su historia.
El PRI y sus aliados –PVEM y PANAL- obtuvieron mayoría en el Congreso, más no unívoca ni absoluta. Tendrá que negociar con el PAN, que es la segunda fuerza política, y los partidos de la izquierda.
Este proceso electoral se convertirá en el más impugnado de la historia. Ante este escenario, tanto que ahora sí les urge en el Senado designar al séptimo integrante de la sala superior del TEPJF, nombramiento que por pugnas entre los partidos está empantanado. Otro dato interesante: Miles de electores anularon su voto sin entender que eso representaba un grito en el desierto, sin destino. Miles más votaron a ciegas, con rabia, a favor de los menos indicados, y otros más por los candidatos independientes que ofrecían una airosa salida del sistema viciado por la corrupción y la impunidad.
El abstencionismo fue casi del 60 por ciento. En muchas partes del país, las casillas cerraron antes de lo estipulado, por el miedo a la violencia y al vandalismo. Se comprobó que los grupos que amenazaban con incendiar el país, son movidos desde adentro para generar incertidumbre y temor en un ambiente de por sí incierto. Los “maestros” fueron a lo suyo: seguir sangrando el erario con prebendas y privilegios, medrar con banderas que ya nadie cree y que se han vuelto lacras. No pueden seguir tomando como rehén a la sociedad ni pisoteando sus derechos.
Hoy amenazan con dejarse venir al D.F. ¡Claro! El pretexto lo tienen sobrado: el secretario de Educación anunció en días previos a los comicios la cancelación del examen de evaluación, para apagar el petate del muerto, y ahora dice que el examen es obligatorio. Dime tú si esto no es una manipulación del poder para seguir “negociando” la paz pública.
La lección para los partidos hegemónicos y el sistema se dio en Nuevo León, donde el candidato independiente al gobierno del Estado, JAIME RODRÍGUEZ, mejor conocido como “El Bronco”, dio soberana paliza a sus adversarios del PRI y PAN, tanto que ni sumando los votos de ellos y los de los demás partidos podían acercársele. Se dice que “El Bronco” tiene sus raíces en el PRI y que los empresarios lo apoyaron con todo. Puede que tampoco sea el gobernador idóneo para el Estado, y a lo mejor tienen razón, pero su elección evidencia que la gente está, como dice JAVIER SICILIA, “hasta la madre”. Con “El Bronco” el PRI perdió la gubernatura del estado más rico del país después de 12 años consecutivos de gobierno.
En Jalisco destaca el triunfo de un candidato independiente, del que los partidos se reían porque andaba en los parques juntando gente para hablar con ella. PEDRO KUMAMOTO se llama este joven y será diputado local. MANUEL CLOUTHIER, hijo del célebre “Maquío”, también se lanzó al vacío sin paracaídas, sin partido, y ganó en su tierra, Sinaloa, su pase al Congreso de la Unión como diputado federal.
La otra sorpresa (la primera, inédita, vino de ”El Bronco”), resultó ser MORENA. El PRD pierde aproximadamente 40 diputaciones, las mismas que Morena gana. Además, tendrá mayoría de diputados en la Asamblea Legislativa. El partido de LÓPEZ OBRADOR deberá abandonar su fundamentalismo y hacer valer su fuerza pactando con los otros partidos, sin que esto quiera decir que tira sus banderas. 
Muchos electores votaron con coraje y con rabia, contra la corrupción, la impunidad y las prácticas electorales mañosas. Eso está a punto de darle el triunfo a CUAUHTÉMOC BLANCO como candidato del Partido Social Demócrata a la presidencia de Cuernavaca. La gente votó a ciegas a favor del futbolista, pasando por alto que éste no tiene ninguna experiencia en cargos públicos ni preparación para ello. Votó en contra del candidato de GRACO RAMÍREZ, quien representa la nefasta gandallez política.
Ahora sí que ya ni llorar es bueno. JAVIER SICILIA afirma "Cuauhtémoc no tiene talento político, tiene el voto de la decepción, el voto de enojo; hubiera preferido que (la ciudadanía) se hubiera abstenido o votado en blanco". Efectivamente, CUAUHTÉMOC tampoco es morelense, pero, qué, ¿GRACO no es de Tabasco? Y véanlo, lo tienen como gobernador, y pésimo, por cierto.
Las campañas políticas lograron el efecto contrario de lo que los partidos querían, y tampoco detuvieron el deterioro de los partidos. Ahí está el ejemplo del PRD. Desgastado por los cochupos, las marrullerías y la desvergüenza ese partido perdió diputaciones y el control político en el Distrito Federal. Recuperó Michoacán con SILVANO AUREOLES CONEJO, pero todos saben que fue el candidato del grupo poderoso en el PRI que comanda MANLIO FABIO BELTRONES.
Las campañas y las elecciones nos mostraron que el PRI se valió del Verde, para sumar votos y consolidar su alianza estratégica y programática en el Congreso, para apuntalar al presidente PEÑA NIETO y preparar el andamiaje sucesorio del 2018. El Verde fue la personificación de la impunidad y el cinismo, y eso debe encendernos los focos rojos desde ahora.
Finalmente, los mexicanos hemos tomado el camino hacia el verdadero cambio. No se dio en definitiva en ésta, pero para ya vamos. “La unanimidad sin sobresaltos es muy tranquila, pero resulta tan letalmente soporífera como un encefalograma plano”, dice FERNANDO SAVATER.
Fin del comentario.