Con tres períodos al frente de la sección36, Beatriz Vélez
Núñez, ha tejido una amplia y profunda red de corrupción al punto de
desarrollar un universo darwiniano y hobbsiano, donde a cada paso aparece el
cinismo, la mentira, la anteposición de los intereses personales y la ambición
de Vélez Núñez, al interés colectivo y de grupo, que le ha permitido convertir
a esa sección en una cloaca para cumplimiento de su apetito insaciable de
poder, mediante la injusticia, la ilegalidad y la violencia, como está a punto
de aplicarlo en búsqueda de su cuarta reelección, creando en todos los centros
de trabajo grupúsculos de incondicionales, y protegidos que hoy están a punto
de entrar en la escena política como “sus” guardias blancas”.
Beatriz Vélez, hoy hace uso de su fuero constitucional para
intimidar y hostigar no sólo a los trabajadores de la sección36, sino a
ciudadanos de su distrito en la ciudad de Zihuatanejo, Guerrero, acciones que
han sido denunciadas ante las autoridades competentes, a pesar de su
advertencia de que ella es una “mujer muy poderosa” (sic.), en tanto
trabajadores de la sección 36 se han aglutinado en el denominado “Frente
Democrático de Recuperación Sindical”, pues están hartos del abuso, el
chantaje, así como de la constante violación de los estatutos sindicales, como
de la malversación de los fondos sindicales, de acuerdo denuncias de los
propios trabajadores, fondos que utiliza como “su caja chica”, según
advirtieron miembros de dicha sección, y cuyos nombres se omiten por obvias
razones.
Institucionalmente Beatriz Vélez no puede reelegirse por
cuarta ocasión, dado que los estatutos lo prohíben, pero con el uso de la
demagogia priista, partido al cual pertenece, demagogia que la caracteriza.