MEDIOS IMPRESOS, DIGITALES, RADIO Y TV

jueves, 28 de enero de 2016

EPÍSTOLAS SURIANAS (Carta a Don Héctor) De Julio Ayala Carlos

PUEDE SER QUE LA delincuencia organizada haya levantado a los jóvenes que se encontraban en un taller de motocicletas, y que este jueves fueron encontrados ejecutados al norte de la ciudad, como lo aseguró el alcalde Marco Antonio Leyva Mena. Y digo que puede ser porque aquí, como en prácticamente todo el estado, ya nadie sabe quién está metido en el crimen organizado.

Pero, y si no? ¿Y si estos jóvenes, como muchos otros que han muerto en esta guerra del gobierno federal contra la delincuencia organizada, nada tenían que ver con ella? ¿Y si solo estaban en el lugar equivocado?

Sin duda que muchos de los que han perdido la vida en esta guerra contra el narco, y entre el narco, tenían relación con éste, pero es indudable que muchos no. Son pues, dijera el entonces presidente Felipe Calderón, las víctimas colaterales de la guerra. Es decir, inocentes que mueren sin deberla ni tenerla.

He escuchado, muchas veces, que éste o aquel, que zutano o mengano eran gente buena, que no se metían con nadie, y que mucho menos tenían ligas con los delincuentes o formaban parte de éstos, y sin embargo, por la sola presunción, como la del alcalde de Chilpancingo, fueron levantados por ser narcos, de lo cual se desprende, es el castigo que se merecen.

No sé si la muerte, violenta, es lo que se merecen los narcos. Lo que sí creo es que mucha gente que ha muerto en esta guerra del gobierno, y la que existe entre los propios delincuentes, ha sido inocente, y para colmo, se mancha su nombre para siempre al ser catalogados como parte de la delincuencia organizada.

Vuelvo al punto. No sé si los jóvenes que fueron levantados hace dos días, y que hoy fueron encontrados muertos, con muestras visibles de tortura, pertenecían al crimen organizado. Lo que sí sé es que los jóvenes, muchos de ellos  prácticamente niños, son presa fácil de la delincuencia para utilizarlos para sus propósitos, generalmente ante la falta de oportunidades y de estudio, y por supuesto, de la desintegración familiar y la ausencia de valores.

Y eso, ciertamente, es muy triste y lamentable.

EN OTRO ASUNTO, mucho tendrá que explicar el Oficial Mayor del Congreso del Estado, Benjamín Gallegos, pues si alguien tenía que comunicarle a Marha Elba Garzón Bernal de que había sido elegida como miembro de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), y en consecuencia tenía que tomar protesta, es él. Al parecer no lo hizo, lo que puede ser un acto de mala fe, o un asunto de corrupción para beneficiar a alguien más.

Y es que de acuerdo a la propia Garzón Bernal, en ningún momento fue notificada de que tenía que tomar protesta como parte integrante de la citada Comisión, lo que contrasta con lo que se ha señalado en el propio Congreso local, de ahí que se haya elegido a otro profesionista para el caso, invalidando la primera designación.

De ser así, y hasta en tanto no se demuestre lo contrario por el propio Oficial Mayor del Congreso local, todo indica que se engañó a la Comisión de Gobierno, encabezada por la diputada Flor Añorve Ocampo, quien en todo momento dio como un hecho que Martha Elba Garzón Bernal se negó a tomar protesta como miembro de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas.

Y si así fue, es decir, si no se le notificó a quien había sido designada como miembro de la CEAV para que tomara protesta de acuerdo al protocolo, entonces se estaría ante la sospecha de que alguien maniobró para que la susodicha quedara fuera de la misma. ¿Con qué fin? Habrá que investigarlo.

Además, y esto es lo más grave, desde el propio Congreso se estaría actuando para engañar a la Comisión de Gobierno y a todo el Poder Legislativo con fines perversos. Y es que, como bien dice Garzón Bernal, ahora lo sabemos, la propuesta de pertenecer a la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, fue del propio Ejecutivo estatal.

Dice Gaby Carmona: “La ex titular de la hoy desaparecida PGJE asegura que nunca fue notificada ni verbal ni por escrito para que  asumiera la responsabilidad que- vía el Congreso- se le había  asignado, ¿Quién miente? ¿Quién utilizó el engaño para no permitirle llegar? ¿En el Congreso estuvieron seguros de que ella rechazó la notificación notarial? ¿Alguien se tomó la molestia para marcarle y preguntarle? ¿Ella quiere negar lo que se le adjudica?”.

Ojalá y el Oficial Mayor del Congreso lo aclare.


Comentarios: julio651220@hotmail.com