Javier Saldaña Almazán fue
bien abrigado a su Tercer Informe de Labores como rector de la Universidad
Autónoma de Guerrero.
Lo cobijaron además de la
comunidad universitaria, los tres poderes estatales representados en la figura
del gobernador Héctor Astudillo Flores, la presidente de la Comisión de
Gobierno del Congreso local, Flor Añorve Ocampo, y el presidente del Tribunal
Superior de Justicia, Robespierre Robles Hurtado.
También estuvo Marco
Antonio Leyva Mena, alcalde de la capital del estado que alberga a la Rectoría
y a Ciudad Universitaria, pero además, el centro político de Guerrero; así como
empresarios y dirigentes de organizaciones civiles.
Señal de que ha cultivado
las relaciones que permiten a la universidad no sólo avanzar en el tema
financiero y de desarrollo académico así como estar cerca del campo laboral que
gobierno e iniciativa privada representan para sus egresados.
Atrás quedaron los tiempos
de la confrontación en los medios de comunicación por los recursos retenidos en
los anteriores gobiernos de Ángel Aguirre y Rogelio Ortega. Saldaña ha tejido
una buena relación con Héctor Astudillo que le permitió entre otras cosas sacar
adelante la nueva Ley de la universidad, que le permitirá reelegirse dentro de
11 meses.
De hecho, el acto tuvo
olor a arranque de campaña, por haberse programado previamente a su lectura un
festival cultural de tres días que concluyó con un desfile por la Costera y un
gran evento musical en el Centro de Convenciones.
Pareció serlo por la
jiribilla con que el rector destacó como uno de los logros más importantes la
nueva Ley, y mencionó además que su “proyecto estratégico de partida” –como lo
llamó- se vio enriquecido por el V
Congreso Universitario en el cual obtuvo el consenso para presentar esa
iniciativa que le permitirá contender por un nuevo periodo.
El acto, podría
interpretarse como el banderazo de arranque a quienes aspiren al cargo, si el
rector no estuviera ya muy adelantado en el tejido de su proyecto.
Los tiempos no se ven muy
lejanos. El próximo mes de marzo es la elección y si Saldaña puede mantener
viva la llama del consenso lograría nuevamente una candidatura de unidad como
la que lo llevó al cargo, y que le ha permitido llevar las riendas de la máxima
casa de estudios sin grandes sobresaltos. Al tiempo.
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