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sábado, 2 de abril de 2016

Tercera Vía Evodio y el infantilismo de la izquierda Ernesto Rivera Rodríguez

ERNESTO RIVERA RODRIGUEZ
Evodio Velázquez Aguirre, desde la precampaña menciono para convencer a los convencidos, que él iba a ser el alcalde de Acapulco más joven de su historia. Premonición o Maldición? Lo cumplió,  y hoy los acapulqueños padecemos las consecuencias de ello, con seis meses en la administración municipal, Evodio Velázquez, vive anclado en las vicisitudes de su propia historia y pobre desarrollo personal conjuntado en este lapso dos elementos que si bien no son consustanciales son determinantes: el síndrome de Peter Pan y el infantilismo de izquierda, como lo denominó Lenin, a la egolatría de los  políticos, ambas aparecen en el alcalde como disfraz  del  retórico altruista y deseos de justicia social.

Basta mirar la historia personal de la mayoría de la izquierda local que hoy “cobran en el poder” para darse cuenta que tienen ese problema que tanto criticaba Lenin: Sebastián de la Rosa,  David Jiménez Rumbo, entre otros quienes desde la tribuna legislativa la usan para conseguir lo mismo: predican para el coro sin ganar nada en términos políticos y mucho menos  estratégicos, mostrando sus complejos personales –cómo el berrinche de Sebastián de la Rosa, al renunciar como coordinador de la fracción perredista en el Congreso de Guerrero… porque nadie le hizo caso-, y que  nunca han manifestado la menor señal de autocrítica dentro de un partido testimonial y retórico como lo es el PRD, entregado al canto de las sirenas peñanietistas sin el menor rubor.

Evodio Velázquez, cuya retórica predica para  los medios, predica para el coro sin ganar nada en términos reales y menos estratégicos para su administración, se ha convertido en una voz en el desierto. Ahí está la Secretaría de Seguridad Pública, el mejor ejemplo de ello, ahí donde Osorio Chong, lo “agarró con las manos en la masa”, y aún no tiene Secretario de Seguridad Pública, y donde empecinado en su programa de seguridad que denomino, “Escudo Acapulo”, este se ha convertido en una coladera sin poder atenuar, ya no detener la violencia cotidiana que vive Acapulco, donde el cierre de negocios y la migración de acapuqueños, es cosa de todos los días.

Hoy está desperdiciando el voto de esa mayoría que lo llevó a la alcaldía de Acapulco prácticamente por coyuntura, al quedar fuera el “aguirrismo”, con  la retórica diaria aplaudida por sus seguidores, hasta enfurecer al gobierno estatal en turno, tan sólo por darse el gusto de irritar y mostrar  un poder que en realidad no tiene. Lo hace por mostrar su infantilismo, su ceguera táctica y egolatría, más que por análisis político, y estrategia.

Si la izquierda mexicana no se ha dada cuenta de ello, de la crítica leninista, mucho menos la izquierda guerrerense que ha deambulado por los estrechos caminos del infantilismo político y agrupando sus comportamientos que se presentan bajo el nombre de “Síndrome de Peter  Pan”. Esperemos que no caigan en el delirio… están a  un paso. Email:gernestorivera@gmail.com