Además del gasolinazo, una cascada de 
alzas en los precios y tarifas de varios bienes y servicios amenazan con
 llevar a la inflación durante el primer mes de 2017, la “cuesta de 
enero”, a su nivel más alto desde el año 2000.
Incluso, se pude superar el impacto que 
tuvo la reforma hacendaria sobre el nivel general de precios en 2014, 
proyectaron analistas económicos.
Para la primera mitad del mes se prevé 
una variación quincenal en el Índice Nacional de Precios al Consumidor 
de 0.9% y de 1.1% para todo enero, respecto al mes inmediato anterior, 
estimó Alejandro Cervantes, economista senior de Banorte-Ixe.
Dicho aumento será producto no sólo del 
abrupto incremento en el precio de las gasolinas, sino también por las 
secuelas que tendrá esta alza sobre otros precios y tarifas.
El aumento estacional en bienes y 
servicios al inicio de 2017, así como el ajuste relacionado con el 
encarecimiento del dólar, son principales riesgos para el nivel general 
de precios.
De confirmarse una inflación mensual de 
1.1% o mayor en enero, rebasaría el nivel de 0.89% reportado en el mismo
 mes de 2014 a causa del alza de impuestos resultado de la reforma 
hacendaria; e incluso podría superar lo registrado en el primer mes de 
2010 (1.09%) por el aumento a las gasolinas, gas, transporte y 
tortillas.
Sólo el efecto del alza a las gasolinas le va a sumar 80 puntos base a la inflación en la primera mitad del año.
A ello hay que sumar la inflación 
inercial y cualquier ajuste adicional que haya a las mercancías por el 
tipo de cambio, por lo que hay altas probabilidades de que la inflación 
en enero supere 1%, lo que dependerá de cómo se ajusten los demás 
precios, explicó Adrián Muñiz, analista económico de Vector CB.
El impacto del alza a las gasolinas será
 de forma directa e indirecta, advirtió Julio Soto, economista senior de
 Consultores Internacionales.
De manera directa se verán afectados 
bienes y servicios que usan como insumo estos combustibles: transporte, 
electricidad, productos químicos, de limpieza y medicamentos. 
Indirectamente impactará a bienes y servicios que usan el transporte en 
su operación o comercialización.
Soto destacó que el transporte 
representa hasta 40% del costo logístico, por lo que ninguna industria 
se salvará de estos efectos.
En su informe semanal, Hacienda dijo que
 el alza en las gasolinas tendrá menor impacto en los sectores menos 
favorecidos y se espera que su reflejo en la inflación no sea 
permanente. 
Alzas estacionales. Además del alza a 
las gasolinas, los especialistas advierten que hay una serie de 
incrementos que se registran al inicio del año de forma estacional que 
también estimularán la inflación en enero.
Entre los que pueden presentar mayor 
variación figuran los trámites, licencias, placas, pasaportes y, en 
general, todos los papeleos de gobierno.
Junto con lo anterior, se espera que en 
muchos estados los gobiernos locales aumenten impuestos o incluso creen 
nuevos, comentó Soto, quien elabora un índice metropolitano de precios 
para la Ciudad de México.
Otro rubro es la vivienda, y ahí uno de 
los servicios que sube es el alquiler, así como algunos gastos 
relacionados como gas y energía eléctrica.
El otro grupo que generalmente aumenta 
es el de la salud, en lo que se refiere a consultas médicas y dentales, 
productos farmacéuticos y vitaminas. Obviamente este tiene un efecto 
estacional en la salud de las personas, pues en la temporada de invierno
 se demanda más este tipo de servicios, lo que encarece los precios.
Hay otros rubros como el de alimentos 
que también varía, aunque es más diverso porque no incluye los mismos 
productos, pero en lo referente a los granos puede haber un aumento en 
los precios, así como en leche y derivados, y en verduras.
Gastos diversos como el costo de los 
funerales y seguros de vida también reportan alzas en enero, así como la
 compra de vehículos y refacciones.
Además de la inflación inercial, también
 hay un mayor traspaso del alza del dólar a los precios de productos. 
Esto impacta de manera muy directa a mercancías no alimenticias.
Hay que considerar todos los bienes 
durables, como por ejemplo un coche. Hasta hace poco había marcas que 
estaban cotizadas en dólares, pero los autos tienen insumos importados, 
denominados en dólares, y están expuestos al fenómeno, dijo Muñiz.
En este contexto es que la cuesta de 
enero de 2017 será más pesada para la población, como la clase media, 
que se verá afectada por el alza a las gasolinas, pero el sector con 
menores ingresos también por el encarecimiento de servicios como 
transporte, salud y algunos alimentos básicos.
Rubén Migueles | El Universal
