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lunes, 1 de mayo de 2017

SIN LÍNEA/ La inconveniencia de enfrentar a influyentes JOSÉ SÁNCHEZ LÓPEZ.

TODO comenzó por un simple incidente de tránsito.
La mañana del jueves 16 de junio de 2016, ANTONIO SALVADOR ROSAS, salió junto con su familia.

Era otro día más de trabajo, de estudios, de actividades cotidianas. No contaba que al llegar a la avenida San Bernabé, en la Magdalena Contreras, comenzaría su pesadilla que aún no termina.

ANTONIO conducía su auto Honda, Civic, cuando intempestivamente fue impactado por una camioneta Ford, de carga.

Se interrumpió el tránsito. Vinieron los reclamos, los gritos, los insultos, pero el manejador de la camioneta se negó a pagar y de plano emprendió la huida.

Vino la persecución y calles adelante se dio el segundo encuentro. La discusión subió de tono. Los ánimos se exaltaron y sobrevinieron los golpes. La peor parte la sacó ANTONIO.

Su contrincante lo golpeó ante su esposa y sus hijos y después se dispuso a retirarse tranquilamente, sin prisas. Fuera de sí, ANTONIO sacó de su auto el “bastón” (candado de seguridad) y lo arrojó contra la camioneta. El objeto metálico golpeó el vehículo, pero “maromeó” y golpeó a un menor que viajaba en la camioneta.

El manejador de ésta, llamó a la policía que acudió velozmente. Al llegar los uniformados los llamó y habló con ellos. ANTONIO fue detenido y remitido ante el Ministerio Público que lo consignó de inmediato.

El lunes 20, el juez 32 Penal, JESÚS UBANDO LÓPEZ  le dictó formal prisión por el delito de lesiones calificadas y se le confinó en el Reclusorio Sur.

De acuerdo al Nuevo Sistema de Justicia Penal, su caso debería haberse definido cuando mucho en tres meses, pero no ha sido así. Al tratar de averiguar las causas del retraso, los familiares de ANTONIO se enteraron de varias cosas.

El manejador de la camioneta, resultó ser el licenciado VÍCTOR HUGO QUINTERO LUNA, segundo secretario de Acuerdos del Tribunal Cívico Civil.

Sin embargo, pese a ser uno de los protagonistas de la pelea, no fue quien presentó la denuncia, ésta la hizo su esposa, MARÍA EUGENIA MATA ALVARADO. No convenía que un miembro del Poder Judicial pudiera ser acusado de tráfico de influencias.

Eso sí, VÍCTOR HUGO acude constantemente al Juzgado 32 Penal, donde llega como por su casa. Saluda al personal y se entrevista con el juez UBANDO, de quien, por cierto, sus mismos empleados comentan que es “de consigna”.

El caso es que a casi un año de ocurridos los hechos, ANTONIO sigue en la cárcel y cada vez que se pretende agilizar el proceso, el mismo UBANDO se encarga de obstaculizarlo bajo cualquier argumento.

Ya la Sala Cuarta Penal ordenó al juzgador que otorgue los beneficios de ley al indiciado, que no cuenta con antecedentes penales, para obtener su libertad bajo caución, pero eso le importó un cacahuate a UBANDO, quien argumentó que no es posible “ante el riesgo de una fuga”.

Apenas este martes, se llevará a cabo una audiencia para la “sentencia interlocutoria”, esto es que no es la sentencia definitiva, sino para ver si procede o no, otorgar los beneficios.

Mientras tanto, ANTONIO permanece preso y ante las tácticas dilatorias del Ministerio Público y del mismo impartidor de justicia, todo parece indicar que pasará buen tiempo para que pueda quedar libre. ***A LOS AMIGOS JUSTICIA Y GRACIA, A LOS ENEMIGOS… ¡LA LEY A SECAS!***AU REVOIR.