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lunes, 4 de septiembre de 2017

TERCERA VÍA El Último Informe de Evodio Ernesto Rivera Rodríguez

Ernesto Rivera Rodriguez

Horas antes de que el alcalde de Acapulco de Juárez, Evodio Velázquez Aguirre, rinda su último informe, porque este será su “último informe”, dado que pase lo que pase, está previsto de acuerdo a elementos extraoficiales y desde adentro de los pasillos de la presidencia municipal, que el alcalde perredista de Acapulco, pedirá licencia para retirarse de su cargo.

Esta todo previsto para lo que va a ser un Informe al mejor estilo de  la “megalomanía” priista, de la cual es muy dado el joven alcalde acapulqueño, olvidado de los supuestos programas de “austeridad” que sólo fue usado como propaganda, cuando ante su propio “debacle político” como alcalde, hoy no tiene otro elemento, más que hacer uso de la demagogia y la retórica de su propia “Adversidad”, aplaudido por la avalancha de oportunistas que habrán de llenar el reciento del Teatro Juan Ruiz de Alarcón, del Centro Internacional Convenciones, el cual como todo en este antes magnífico recinto, se está cayendo a pedazos.

Evodio llega a este Informe, seriamente cuestionado, alejado de los programas sociales que fueron la punta de lanza de su campaña electoral, olvidado de la supuesta izquierda perredista, muy cercana a Los Pinos, a el lujo y el derroche, con un visión clasemediera y ramplona, no ha sido más que, recordando a Althusser, “en sus acciones y hechos ha reproducido los aparatos ideológicos del sistema”

Sus recurrentes diferencias con las autoridades y su socorrida huida a buscar apoyo de su partido ha mostrado su conflictos no sólo con la autoridad, sino sus conflictos internos  con la “figura paterna”,  enclavada en su imagen infantil, de la época en que “amarraba navajas para los gallos”. Infancia es destino “.


De ahí su visión reduccionista, donde confundió la táctica con la estrategia política, para satisfacer su clientela política, su óptica miope de desarrollar programas, no de beneficio social, sino de lucimiento  personal, como lo es sin duda, el pintar las fachadas de decenas de edificios multifamiliares, como si esto fuera prioritario para la sociedad, omitiendo desde el primer día su compromiso de resguardar la seguridad de la ciudadanía, tan golpeada, sumida en la vorágine de la violencia imparable, verdadera “adversidad” en la que Evodio ha sido omiso, buscando a diario a quien echarle la culpa, desacreditando serias publicaciones del desastre social que padece Acapulco, y la incertidumbre e inseguridad que vivimos los acapulqueños. El Último Informe de Evodio nos dará la razón.