Rendir cuentas a la
ciudadanía y/o gobernados es una obligación que tienen los gobernantes.
El pasado martes
correspondió al alcalde de Chilpancingo, Antonio
Gaspar Beltrán, informar de las acciones que ha realizado durante 100 días
de gobierno. Y lo hizo en la plaza cívica “Primer Congreso de Anáhuac” ante el
pueblo.
Toño
Gaspar –como popularmente es conocido– señaló que su gobierno trabaja sin
colores y sin distingos partidistas, y agradeció el apoyo
que ha recibido del gobernador Héctor
Astudillo Flores.
Gracias a la buena
relación institucional entre el Ayuntamiento capitalino y el gobierno del
estado, la imagen de Chilpancingo ha mejorado.
A sus colaboradores los
conminó a redoblar esfuerzos para atender a la gente y a que se conduzcan
siempre con responsabilidad.
A
diferencia de la anterior administración municipal, hoy por hoy se percibe un
gobierno de puertas abiertas y que le apuesta al diálogo para resolver
conflictos; un gobierno que camina a pesar de los problemas financieros
heredados y que dentro de los próximos días inaugurará 60 obras en el
municipio.
Y no sólo eso. Toño Gaspar
se ha esforzado en gestionar más recursos para Chilpancingo. Es un alcalde que
toca puertas en dependencias federales y que se reúne constantemente con
legisladores, no sólo de su partido (el PRD), sino también de Morena y del PRI.
Su
gobierno es plural. La Comisión de Agua Potable y
Alcantarillado de Chilpancingo (Capach), por ejemplo, la dirige una militante
del PAN. Me refiero a la ex diputada Irma
Lilia Garzón Bernal, quien ha realizado un eficiente papel.
También hay miembros de
Movimiento Ciudadano (MC) en el gobierno municipal. Recordemos que Toño Gaspar fue arropado como candidato en la pasada elección por tres institutos
políticos: el PRD, el PAN y MC.
La
campaña es cosa del ayer. Lo que cuentan en este momento son los resultados a
favor de Chilpancingo.
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