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lunes, 23 de marzo de 2020

ZONA CERO Por Roberto Santos



* Son tiempos de solidaridad, cooperación y coordinación: Adela Román
Roberto Santos
Sabotaje político es como se puede definir la acción que desconocidos hayan sometido a los vigilantes del sistema de rebombeo en la planta de Las Cruces de Acapulco y cortado el sistema de alimentación del fluido eléctrico durante la madrugada del martes.
La intención está muy anunciada, pues pretende dejar sin servicio a varias colonias del puerto y crear irritación social en contra de las autoridades del puerto.
El diccionario de la Real Academia Española define al sabotaje como el “daño o deterioro que se hace en instalaciones, productos, etc., como procedimiento de lucha contra los patronos, contra el Estado o contra las fuerzas de ocupación o contra políticos”.
Jamás una acción que pretenda afectar a la población debe ser el medio para dañar la imagen de una autoridad, pero es más criticable cuando se realiza en un momento como el actual, cuando se avecina una crisis de salud para el país.
Esto resulta en extremo perverso para quien lo haya planeado y quienes lo hayan realizado.
Mantener la salud y evitar los contagios por el Covid-19 depende de lavarse las manos constantemente. Por eso, dejar sin agua a cientos de hogares buscado afectar políticamente a la presidenta Adela Román, es un acto criminal que debe ser investigado.
Con ese daño se dejaron sin operar 4 subsistemas de abasto medular en la ciudad, lo que se traduce en un déficit de 640 litros por segundo que dejaron de llegar a colonias de la parte media y alta del puerto, así como la zona poniente, afectando de manera colateral a un 40 por ciento de colonias del área conurbada.
Es cierto que el servicio está restablecido, pero esta acción no es fortuita, porque se cree que las manifestaciones y bloqueos de comerciantes se están generando por cuestiones meramente políticas aprovechando la reducción de ventas porque han llegado menos turistas al puerto.
Aunque Adela Román insiste en que se debe priorizar la salud de los acapulqueños y de los turistas, y que ha anunciado un apoyo a los grupos más vulnerables “no es porque tenga el recurso en las manos”, dijo, sino que van a suprimir algunos proyectos que ya estaban programados para este año.
Así que les pide paciencia y confianza, porque la idea es evitar la transmisión del Coronavirus, por eso les pide que se actúe con responsabilidad, pensando en los hijos, los adultos mayores y quienes tienen problemas de salud.
Habrá que recordar el evento realizado por Salgado Macedonio, donde pide a la gente que siga trabajando e invita a los turistas a que lleguen al puerto, contradiciendo con ello las indicaciones de Salud federal, pero satisfaciendo con ello sus motivaciones político¬-electorales en sus deseos de ser candidato a gobernador.
Por cierto, esa acción fue duramente criticada por otros actores políticos y la misma población.
Sabemos que en política existen tiempos de orden y desorden, y cuando existen crisis es más fácil crear acciones que pretenden destruir para sustituir lo que otros han creado como gobierno.
En este caso, el gobierno de Adela Román está sufriendo el ataque de sus enemigos aprovechando el momento de miedo e incertidumbre que provoca el Coronavirus para crear descomposición social, mientras su gobierno aplica los protocolos de seguridad para evitar los contagios de este virus.
Habrá que insistir en que son momentos de solidaridad, de cooperación y de coordinación fuera de posturas partidistas e ideológicas para sumar los esfuerzos necesarios y juntos hacer frente al avance del Covid-19.
Por el momento, la lucha electoral puede esperar.