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martes, 14 de abril de 2020

Entre la verdad y la Ficción LA DELEGACIÓN DE BIENESTAR-GUERRERO, UNA OFICIALÍA DE PARTES. Por Jorge Luis Falcón Arévalo



“El embustero es un almacén de promesas y excusas” -Dicho popular-

A López no le interesa la pandemia del Covid-19, ni los materiales ni equipos médicos que hagan falta en hospitales (por ello, pide el apoyo de hospitales privados, que si tienen esos insumos), No le interesa la economía mundial (pidió apoyo y préstamos a Trump, para que hiciera la chamba de Rocío Nahle García, embargó el oro negro). No tiene interés por salvaguardar la vida de las y los mexicanos, ante esta pandemia.
A él le interesa la grilla barata, la ponzoña social; la diatriba, el aplauso fácil de sus ocurrencias, la acusación; como todo irresponsable encontrar culpables de sus impertinencias políticas. Es una desgracia cuando nos faltan, el ingenio para hablar y el tacto para callar.


Solo busca acumular dinero o presupuestos de donde venga, para sus ambiciones electorales; para ello, trabaja no a través de Morena (porque está vetado por la Ley, hacerlo. Aunque es tan fastidioso que no dudemos y lo haga) lo hace a través de la ineficiente Secretaría de Bienestar y sus bastardas Delegaciones en todo el país, con sus miserables programitas de becas y pensiones de 43 pesos diarios para Adultos Mayores y Discapacitados, que no son un paliativo para estas personas, son limosnas, es una actitud miserable. No contribuye a una mejor calidad y nivel de vida.

Las Delegaciones de Bienestar que vienen desempeñándose como Oficialías de Partes, no como una verdadera oficina administrativa, porque se carece de planeación como Administración de la ciencia. No hay planeación, pues los errores se observan cada vez de los mal llamados “operativos” (dan la razón a los administradores, pues ello no es el término apropiado), los tropiezos en su numeralia no cuadran.

Es una tanda a gran escala, que cada mes y bimestre tienen que desplegar a todos sus empleados sean de Bienestar o siervos de la nación, para asegurar a través de la entrega de dinero en efectivo y en tarjetas bancarias, el sostén, la confiabilidad y “compra” del voto. En muchas de las ocasiones los beneficiados son personas que cuentan ya con pensiones de otras instancias de gobierno; y, al verdadero pueblo, no es asistido económicamente. Otra falla político-administrativa; pero que si certifica el proselitismo de la 4T.

Y, hablando de administración, con los padrones levantados a discreción; porque en su inmensa mayoría los beneficiados son simpatizantes o militantes de Morena (sean hijos, nietos, nueras, abuelos o demás parentescos), para mantener al votante cautivo. Por ello, las reuniones constantes para que verbal y personalmente trabajadores de esa delegación y "siervos" se mantenga el dicho de que: "gracias a López Obrador, tienes esta pensión o esta Beca. Cautivismo,  detentar el voto. ¿Populismo?

Esto le permite dar dinero directamente a 22 millones de personas que él cree que proporcionarán una base inmejorable de apoyo electoral.

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