“La política es el arte de impedir que la gente se meta en lo que sí le importa”.
-Marco Aurelio Almazán,
escritor-
Los deseos vagos y rotos de
la trillada y mal lograda “4T”, el proyecto inefable de Andrés Manuel López
Obrador y su recurrente aparición en Las Mañaneras para “salvar a la patria”, no
tan solo son el franco y claro panorama de la carencia de un poder central
vigoroso, de una dirigencia política con autoridad reconocida en todo el ámbito
nacional e internacional (salvo los países que son mantenidos bajo férreo yugo
del autoritarismo), aunada al permanente estado de déficit hacendario, que día
a día crece. Es por ello que, ante el Congreso de la Unión, busca la aprobación
de la impresión de monedas, lo que nos llevaría al caos financiero y a una caída
a la pobreza inevitable.
El gobierno ha logrado
enemistarse con todas las clases sociales y grupos empresariales que han visto
en el tabasqueño la reducción y esquilmación de sus intereses económicos, esto,
además sin reconciliarse con sus adversarios amigos de antaño. El gobierno
creado para la “regeneración” amenaza tanto los intereses establecidos como los
proyectos liberales que han logrado el desarrollo tecnológico, deportivo y
cultural del México actual.
Los gobiernos marrulleros de
Morena sin recato alguno, evaden la responsabilidad que juraron servir y
ejecutar o que se les demande (en esto andamos). Alcaldes hombres y mujeres y
sus cabildos de ignorantes, están llevando al pueblo a solo eventos sociales y
culturales triviales e intrascendentes. En algunos casos rayan en kermeses de primaria.
A López Obrador esos
ambiciosos le sirven y protege, porque siempre ha estado rodeado por una
camarilla de traficantes de influencias, agiotistas, especuladores, advenedizos
y arribistas trepadores que conforman su corte, pero a Su Alteza pequeñísima, le
interesa más la gloria; porque la riqueza es para sus hijos. Así la farsa de la
4T.
El general presidente es
feliz cuando le aclaman, su teatralidad patriótica. Para esto su deplorable y soporífera
“Mañanera” que es su auto sacramental barroco y que hoy se le conoce como performance.
Cuando está rodeado por la
multitud “arroja” becas, pensiones, programas inservibles, proyectos inviables se
mezcla con la muchedumbre como “héroe” de mil batallas, y abandona sin problema
sus ocupaciones políticas si hay un juego de beisbol de por medio. Sin abandonar
su locura del gran enfermo que dispone de todo el poder destructor.
Con un presupuesto
autorizado de mas de 70 billones de pesos, más de necedades personales que de
necesidades de la sociedad emprendedora y empresarial. Llevará al país a la
esperada y anunciada por especialistas de economía mundial, la peor crisis de
México. No olvidemos que la tasa de pobreza crece a diario. La canasta básica
dejo de existir y los precios de los productos básicos rebasa toda expectativa
del bolsillo más bondadoso en monedas y billetes.
No olvidemos las palabras de
un prócer mundial, el presidente estadounidense, Abraham Lincoln: “se puede
engañar a parte del pueblo parte del tiempo, pero no se puede engañar a todo el
pueblo todo el tiempo”.
@GradoCero_Gro