A mis compañeros del Club de Periodistas, A.C.
“La dictadura es el sistema
de gobierno en el que lo que no está prohibido es obligatorio”.
-Enrique Jardiel Poncela,
dramaturgo español-
¿El Partido Revolucionario Institucional
(PRI) va como oposición o a negociar?
Como oposición no se puede o
debe enfrentarse con los mismos mercenarios que le dieron el poder a Morena en
el 2018. Aquellos que fraguaron quedar libres de pecados financieros al
convocar a sus huestes tricolores a sufragar el voto por la 4T, pensando que
los iban a librar de sus deudas al hacer mal uso de los recursos obtenidos de
manera ilegal a través de múltiples vías.
A pesar del aparente
desapego de los políticos por el dinero, en la vida real no se puede hacer
política sin dinero… ajeno, principalmente. El pillaje de los grillos. El agandalle.
Sin recursos financieros
vengan de donde provengan, los políticos no tendrían posibilidades de
convertirse en “opciones” de poder a través de las vías electorales o decisiones
del cacique de la región o grupos de poder que, son receptores, también, parte
de ese botín.
¿Qué personaje con calidad
social, moral y ética, pedirá el voto para el tricolor para el venidero proceso
electoral del 24? ¿Quiénes formarán parte en su corte faraónica para
acompañarlo? Unos para bien; ¿otros, para informar al oponente de las
actividades del enviado priista? ¿Quién escribirá los discursos y a quienes
estarán dirigidos? Pues en casi tres años, los tricolores no han dado muestra
de ser una opción en sus posturas y mensajes, como para aparecer en las boletas
electorales.
En algunos estados
federativos del país, las bases priistas han sido traicionadas por hábiles
negociadores. Diplomáticos de la ingratitud. Exhiben ser despiadados canallas y
delatores. Sus acciones demuestran sus bajos instintos de supervivencia
política, endosando así el destino incierto del partido en aras de salvar su
pellejo, sus dineros mal habidos y su pútrida permanencia en el poder, aunque
hieda en su entorno familiar su felonía. Esos no son ni serán políticos, son
padrotes de la grilla. Son bucaneros.
La preocupante laxitud moral
de algunos “políticos” ávidos de dinero fácil en una actual crisis económica
donde el dinero de la nación está en una sola persona soberbia, déspota y
analfabeta. Donde el presidente AMLO, un usurero que carga cientos de delitos
sobre el lomo trasfiere a diario inconvenientes y complicaciones para emprender
negocios o desarrollar industrias. Frena a la sociedad trabajadora, le cerca el
paso. Y la más agraviada es la sociedad de la clase media. Es por ello que, la
actual prevaricación continuará mientras no se produzcan cambios radicales por
auténticos y reales políticos que busquen caminos democráticos para el grueso
de la población.
¿Qué confianza puede haber
en un PRI, que entregó y sacrificó a la sociedad productora a una secta llamada
Morena y a un bunker de codiciosos marxistas-leninistas sin oficio ni beneficio
de la 4T?
Por el propio panorama y
semblante que muestran los tricolores cuyas familias laboran en las sórdidas
oficinas de Morena, ¿Qué confianza se puede tener en los mismos ingratos del
2018? ¿Con qué dinero u origen de éste, se enfrentarán en el próximo proceso,
sin andan juaneados, según sus propias palabras? Ojalá que las prerrogativas sirvan para el
bien de la próxima elección y no quede en manos de los que vayan a negociar.
¡Tengo otros datos!
¿Habrá acaso un discurso
disruptivo de los “políticos” que nos lleve a los aforismos, que es el camino
de esa alocución, para entender que es el arte de no terminar nada? Pero si,
¿dejarnos una lección y que cada quien la interprete según sus campos de
conocimiento? Pues de ser así entraremos a un nuevo esquema de la política.
Recordemos la frase del
científico y escritor George C. Lichtenberg “Cuando los que mandan pierden la
vergüenza, los que obedecen pierden el respeto”. Así no se construye
ciudadanía. Vale.
Postdata: Si gustas puedes
cambiar el nombre del PRI, por el del PAN, PRD, PES, Verde Ecologista, etc.