· El DIF-Municipal, órgano de dispendio y omiso en sus obligaciones.
· * Clara Bello Ríos, la mueven sus caprichos y
pretensiones.
· * El ayuntamiento atoyaquense, es una empresa
particular de los Bello Reyna
Lunes 22 de agosto de 22.-
Atoyac de Álvarez, Guerrero.- Mientras las necesidades de asistencia
social, la falta de gestoría de las
comisiones de los regidores y su poco interés en supervisar las obras que se
están desarrollando en el municipio las demandas ciudadanas están sin cumplirse
y sin ponérsele atención, a la Presidenta solo le interesa las pasarela, modelar
y quedar bien con el séquito de lambiscones que le rodean, sin coordinarse con
su cabildo y esa desorganización mantiene al Municipio en el atraso, en la
demora, en la retardación y en el rezago.
En redes sociales, como coloquialmente
se dice: “es tiro por viaje” por las
denuncias constantes a la falta de cumplimiento de solicitudes de cientos de
ciudadanos que se quejan sin recibir la pronta ayuda y nadie de los que tienen
poder legítimo para tomar decisiones, hace su trabajo, cumple para lo que fue
designado. El ayuntamiento atoyaquense se ha convertido en manos de los Bello
Ríos y Reyna Castro, en una empresa particular.
La Presidenta Bello Ríos se
limita a cumplir sus sueños y metas sin entender y violando la ley de
responsabilidades, esas no son la prioridad ciudadana. Considera que iniciar “las
campañas de salud estatal” con esto ya, Atoyac, dejara de tener el primer lugar
en cáncer de mama y cérvico uterino; atiza
en su mente que con campañas de salud de un día soluciona la necesidad de salud
de gente de escasos recursos que acude a solicitar el servicio. Tal cual el
caso del joven Josué González Baranda
originario de la Comunidad de Alcholoa
de quien su madre Audi Baranda
Ramírez en su desesperación está pegando fotos de su caso en cartulinas por
toda la ciudad después de que acudiera a “La casa del pueblo” (La antes llamada
Ciudad de los Servicios. Que por cierto, el cabildo guarda silencio ¿miedo? por
haber cambiado arbitrariamente el nombre sin llevarlo a consulta de cabildo y
ciudadana) por la ayuda y necesidad de que allí se le apoye.
La Presidenta Clara
Elizabeth recreando sus” sueños y metas de cuando fue ”Reina del Café” y
monarca de la comuna y virreinato de Atoyac de Álvarez, enseñorea su locura en
el indiscriminado uso del recurso público para sus manías y anhelos; por lo
tanto, los regidores bien intimidados en
la banca sin ejecutar el trabajo de sus comisiones, que deben cumplir. Nada más
les enseña sus expedientes y se esconden. Pues el que no anda en el gimnasio,
en la estética, anda de compras por Acapulco y los más escondidos en lo más
oscuro del mundo corporal.
La Presidenta Clara Bello
acude sola a supervisar sus “Obras” las cuales seguramente para el presupuesto
de egresos serán bien firmadas por el cabildo y el Síndico Municipal que con
aspiraciones políticas no asoma la cabeza para nada. El perfecto cómplice de la
corrupción.
Así el triste, corrupto y
mísero caso del municipio de Atoyac que a la hora de que finalice el mandado
constitucional del gobierno de Clara Elizabeth Bello Ríos, quedara sin obras
prioritarias de la demanda social ante
el egocentrismo de sus representantes; mismos que sienten que pueden solos porque
en las urnas se les concedió ser legítimos, que por desgracia sin agradar como gobierno, no sean
capaces de que lo que hacen les pueda dar la legitimidad que requieren.