MIRADA
INTERIOR
El narco
triángulo del amor
Ángel Aguirre
Rivero: nitidez republicana
El caso
Adriana Morlet Espinoza
Por: Isaías
Alanís
Rompiendo cualquier duda de cómo se las
gastan los guardianes de la ley, en Tijuana, en el centro urbano 70-76 Delegación
Mesa de Otay, en la Calzada Fuerza Aérea, (pa’ que no haya duda) donde se ubica
la Base Aérea Militar, la Comandancia de la Policía Federal, la Unidad contra
el Narcomenudeo de la Procuraduría General de la República, y las oficinas del
Sistema de Administración Tributaria (SAT), fue encontrado un túnel de 298
metros que conectaba a México con los Estados Unidos. En el interior del túnel,
construido bajo una bodega de dos pisos, se encontró un moderno equipo de
transportación de la mercancía. Localizaron 34 toneladas de marihuana y
detuvieron a 10 personas. (El Informador de
Guadalajara, (1/12/2011). Este evento, aparentemente sin mayor impacto ¿es
un hecho que pone al descubierto la política del gobierno federal, de perseguir
a los delincuentes o protegerlos? O, ¿perseguir a unos y patrocinar a otros?
Aquí una muestra de cómo se las gastan los criminales y las instituciones. O,
¿estamos ante un hecho que rompe todos los protocolos de seguridad del gobierno
federal al construirse en sus narices un túnel con esas dimensiones y
prácticamente bajo sus instalaciones? ¿Los mexicanos estamos bajo las aristas
de un triángulo amoroso de proporciones catastróficas para las instituciones y
en la antesala de un ejercicio comicial del próximo año manejado monetariamente
por los oscuros?
A través del vocero del Gobierno Estatal, Arturo
Martínez Núñez, que en su momento avaló las políticas anti populares del
contador, se relamió los labios en almibarados elogios para el contador y
también para uno de los hombres más odiados de Guerrero, el Director General de
Administración y Desarrollo de Personal José Luis Susuárregui Soberanis, quien
falleciera el 18 de enero de 2010, y cuyo deceso fue motivo de fiesta popular
entre los burócratas. El gobierno del estado emitió un comunicado evasivo y
diplomático ante la andanada de improperios del contador en contra del
gobernador, su familia, y colaboradores cercanos como el Secretario de Salud,
Lázaro Mazón Alonso. Precisamente cuando integrantes del equipo del contador son
sometidos al escrutinio por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y la estatal por
irregularidades en el manejo de los recursos públicos. Su aparición a 18 meses
de la administración aguirrista, en momentos en que repunta el turismo, se
pacifica el estado, se está a punto de tener una nueva constitución, el
nacimiento de la Comisión de la verdad, y en un fermento preelectoral de
octanaje político, el contador, mete su cuchara al pretender victimizarse por
la mala actuación de sus funcionarios, a los que se ha inhabilitado. La famosa
ley de secrecía sexenal, tiene que desaparecer de la escena nacional y local.
La complicidad se daba entre pares. El gobierno de Aguirre es un gobierno de
coalición, sobre todo hoy que bajo la tiranía de la “república amorosa”, las
fuerzas de la “izquierda” confesional y burocrática han “cerrado filas” en
torno a AMLO. El contador, caro al PAN y a los segmentos duros de ese partido,
prevén la debacle electoral de Acción Nacional, y hay que reventar a como dé
lugar la elección del doce. Guerrero, ha sido históricamente un estado de
experimentos oprobiosos. ¿La alharaca ofensiva de baja estofa y las
balandronadas del contador, son la punta del iceberg, de una campaña de alta
intensidad diseñada para Guerrero, tendiente a hacer estallar una ojiva social
que dinamite el proceso, diluya el movimiento obradorista, fuerte en Guerrero y
de margen a que poderes oscuros, ocupen el estado y se dé inicio a una escalada
militar y policial al nivel nacional?
¿Quién le cree al contador? Cuando fue
gobernador, si realizó cinco reuniones de gabinete a pesar de lo peligroso de
la situación de violencia extrema fueron muchas. Su gobierno anduvo al garete por
satisfacciones económicas personales y de grupo, divorciados de Guerrero, su
gente y de la problemática social. No es creíble que ahora amenace con
peregrinar por el estado. ¿A quién está retando, a los guerrerenses que no lo
quieren, al gobierno de Aguirre o está iniciando el camino de una sublevación
mediática cuyo objetivo es zafarse de un proceso penal en puerta bajo el ala de
la impunidad que él mismo ejerció con su antecesor?
Con respeto por la “libertad de expresión”,
tolerancia y con dignidad debe ser tratado quién se refiere al gobernador como
“perro del mal”, no se sabe si en referencia al corrido del “Perro negro” o a
los “perros del mal”, liderados por el “Perro” Aguayo Jr. Y una vez que la ASE
y la contraloría estatal, den a conocer los expedientes de los casos de
corrupción de la administrador del contador, sin secrecía alguna y poniendo en
alto el honor del pueblo de Guerrero, Ángel Aguirre debe dar un ejemplo de
nitidez republicana e histórica para el estado y la nación; medida que pondrá a
temblar a su mismo gabinete y a todos los que a futuro aspiren a un cargo de
elección para satisfacer sus inquinas y miserias personales.
Pese al sufrimiento y esfuerzo de sus padres,
familiares, amigos, redes sociales y del rector de la UNAM, los forenses
argentinos determinaron que los restos hallados el 19 de diciembre de 2010, en
Tlalpan corresponden a Adriana Morlet Espinosa. ¿Cuántos seres humanos se
sumarán a esta ola de crímenes y desapariciones forzadas? ¿Hasta cuándo se va a
parar esta sangría de jóvenes, plagiados, asesinados por daño colateral como
los estudiantes del TEC de Monterrey, y cientos de casos más? No cabe duda, que
la política implementada por el gobierno federal ha errado el camino. No sólo
en la estrategia de la lucha contra el crimen organizado, sino en un sector
fundamental, la economía y el desarrollo social. Los índices de pobreza,
desempleo son de los más bajos en América. ¿Hasta cuándo se logrará parar esta
loca carrera con la muerte y enjuiciar a los culpables? ¿Cuántos Nepomucenos y
Adrianas se requerirán para detener esta sangría inútil y dolorosa?