Todo este asunto viene a constituir un episodio mas en la larga lista de incidentes en los cuales, gobiernos han querido limitar el acceso a la información por parte de los ciudadanos. En marzo de 2010 el gobierno chino emprendió acciones en contra de Google, alegando que la empresa californiana había incumplido con el acuerdo de que filtraría de manera obligatoria todas las búsquedas que los usuarios hicieran acerca de temas que el gobierno de Pekín considera sensibles, como la masacre de la plaza Tiananmen, al respecto la oficina del Consejo de Estado de la nación asiática simplemente declaro que "Las compañías extranjeras que operan en China deben cumplir las leyes chinas. Google ha violado la promesa escrita que hizo cuando entró en el mercado chino. Es totalmente equivocado detener el filtrado de su motor de búsqueda como lo es también poner en entredicho y acusar a China de ciberataques (denunciados por Google)”.
Mas conocido aun, es el caudal de encabezados que fluyeron alrededor del globo, cuando en julio de ese año, un ciudadano sueco, Julian Assange filtro en su portal, Wikileaks mas de 90 mil documentos clasificados, del departamento de estado estadounidense acerca de la guerra de Afganistán, tomando por asalto la celebridad e iniciando un drama que culminaría en octubre del 2011 cuando Assange dijo que el portal dejaría de filtrar documentos debido a la falta de recursos económicos, sin embargo atrás quedaba una mancha indeleble en la reputación de Washington como nación democrática y dejaba en entredicho la capacidad para proteger su información.
Y hablando de tales cuestiones, no se puede dejar de pasar la Ley Patriota, la orwelliana orden judicial con la que George W. Bush doto a sus huestes en la lucha contra el terrorismo de la capacidad de intervenir teléfonos, correos electrónicos e historiales de navegación de toda aquella persona que estuviera bajo sospecha de actividades terroristas, las cuales podían ser privadas de su libertad por tiempo indefinido, desenmascarando con esto, la imagen de democracia perfecta que por décadas a honrado norteamerica.
Por su parte Barack Obama, ya ha dejado saber a los votantes que no esta de acuerdo con la aprobación de la ley SOPA, lo cual no es de extrañar, pues resultaría sumamente incomprensible que un presidente que llego a la oficina oval por su enorme actividad en redes sociales, se manifieste a favor de tal medida. Por el momento el escenario esta puesto, defensores y detractores de la SOPA, están alistando sus armas para la contienda, la cual en vísperas de año electoral, no dejara de tener su lado ideológico, y en el ciberespacio rivales que durante años han mantenido una lucha sin cuartel por el océano virtual unen, para una protesta silenciosa, la cual será iniciada primeramente por el portal Wikipedia, cuando hoy miércoles cierren las actividades de su sitio y a la que se unirán otras paginas como Google. De temer es para nosotros el carácter imitador de nuestros legisladores que puedan ver en dicha iniciativa el método perfecto de limitar los espacios por los cuales se pueda evidenciar su incompetencia.