¿Realmente existe una
propuesta viable, sensata, concreta, coherente y práctica de los aspirantes a
la candidatura, a la presidencia municipal de Atoyac de Álvarez?
Hasta el momento ninguno de
los pretendientes lo ha conseguido. Ninguno de los que intenta ser considerado,
ya no por las bases, sino por el consabido Consejo de truhanes, ha dicho la
palabra exacta, la promesa a cumplir o el provecho beneficio de su plan de
trabajo. El Consejo partidista ha prostituido la contribución democrática; se
han extraviado las expectativas del electorado. Asimismo las tradiciones
comunicacionales del partido. Luego entonces las estrategias discursivas de los
adversarios, no se visualizan, no se palpan, no se oyen. Solo quejumbre,
mentiras abyectas y promesas vanas en boca de titiriteros grillos obesos en sus
ambiciones; pero en nada objetivo para el pueblo, para el votante, para el
jodido.
No existen las
características personales y el estilo del candidato. Todos mantienen el mismo
discurso pobre en propuestas reales de beneficio; una famélica forma de dar
proyectos y programas, como si el electorado fueran indigentes, pordioseros y desheredados
buscando afanosamente la mano de dios, infecta de podredumbre demagógica, lo
contrario a la democracia.
Nadie da a conocer el
presupuesto económico de la campaña. Menos los candidatos que se aquejan de su
desventura. Las falacias salen a flote. Las comparsas, se enfilan a nuevos
derroteros; pero sin un aspirante real, decente, honesto, congruente y con un
discurso que convenza que en realidad debe ser el candidato a representar a los
desmembrados organismos políticos.
Los discursos fofos y
zonzos.