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viernes, 7 de septiembre de 2012

MEXICO EN UNA CAVERNA. POR J.M. GOMEZ



El sexto y último informe de gobierno del presidente Felipe Calderón parece relacionarse poderosa y terriblemente con el viejo mito de la caverna: Un grupo de hombres, prisioneros desde su nacimiento por cadenas que les sujetan el cuello y las piernas de forma que únicamente pueden mirar hacia la pared del fondo de la caverna sin poder nunca girar la cabeza. Justo detrás de ellos, se encuentra un muro con un pasillo y, seguidamente y por orden de cercanía respecto de los hombres, una hoguera y la entrada de la cueva que da al exterior. Por el pasillo del muro circulan hombres portando todo tipo de objetos cuyas sombras, gracias a la iluminación de la hoguera, se proyectan en la pared que los prisioneros pueden ver. Estos hombres encadenados consideran como verdad las sombras de los objetos. Debido a las circunstancias de su prisión se hallan condenados a tomar únicamente por ciertas todas y cada una de las sombras proyectadas ya que no pueden conocer nada de lo que acontece a sus espaldas.
Seria Platón el que crearía semejante alegoría para mostrar a sus alumnos lo engañoso que resulta el aprendizaje basado en nuestros sentidos, ignorando nuestra razón. Y sin embargo el filósofo griego se nos presenta casi como un teórico de la comunicación de masas, más actual que nunca, pues mas de veinte siglos después de haber elaborado esta alegoría, la sociedad sigue observando siluetas, encadenados e incapaces de poder juzgar por medio del razonamiento, el mundo que nuestros ojos contemplan. Hoy, las siluetas son transmitidas a través de costosas pantallas de plasma en alta definición y las cadenas son la alienación  y el apatismo generado por una decadente civilización del espectáculo, pero el objetivo no cambia, tratar de vendernos una realidad que existe solamente dentro de nuestras cabezas.
El gobierno nos habla de una democracia ejemplar mientras todas las elecciones terminan por ser impugnadas por  la falta de confianza de los partidos en la validez de los resultados. Nos habla de sistemas de salud universales y la gente se muere de dengue y demás enfermedades que solo se observan en países de tercer mundo. Nos lanzan una avalancha de estadísticas sobre generación de empleo, pero todavía observamos nuestras banquetas transmutadas en verdaderas plazas comerciales, gente volcada a la economía informal. Nos cuenta una épica historia acerca de una guerra que tenia pelearse para salvaguardar el bienestar de los personajes, pero todo lo que observamos con nuestros ojos y nuestra lógica es una nación poseída por el miedo.