A pesar de ser el inventor
de muchos de los artefactos y conceptos que hoy en día disfrutamos, Nikola
Tesla (Smiljan, Imperio austrohúngaro, actual Croacia, 10 de julio de 1856 –
Nueva York, 7 de enero de 1943) nunca tuvo visión comercial y su candidez permitió
que otros inventores rubricaran con su nombre las ideas que él había tenido
previamente. Y eso a pesar de que pantentó más de 600 inventos. Por ello, Tesla
murió pobre en el hotel New Yorker de Manhattan.
Un hotel que, por cierto,
hoy en día puede visitarse, y que cuenta con su propia habitación Tesla,
frecuentada por geeks versión Premium. Allí podréis darle de comer a las
palomas, como él solía hacer.
1. A pesar de que era
serbio, nació en Smiljan, un pueblo remoto de la Krajina croata. Milutin, su
padre, era un clérigo ortodoxo. Su madre, Djuka, era analfabeta, pero era hábil
construyendo aparatos para la facilitar las tareas domésticas, como aspiradoras,
planchas o batidoras.
2. A los ocho años, Tesla
construyó su primer invento: un motor impulsado por insectos y un molino de
viento de palas lisas.
3. En el Gymnasium Real de
Gospic, Tesla era capaz de calcular de memoria logaritmos neperianos.
4. Antes del primer vuelo de
los hermanos Wright, Tesla registró en la oficina de patentes un “Aparato para
el transporte aéreo”.
NICOLÁS TESLA |
5. Inventó la radio, aunque
ese título se le reconoció a título póstumo, porque Guglielmo Marconi le robó
la idea. A pesar de ello, Tesla dijo de él: “Es una buena persona, está
utilizando diecisiete de mis patentes, pero dejémoslo continuar”. Cuando
Marconi obtuvo el Nobel en 1911, Tesla sí que se enfureció por su falta de
vergüenza.
Ninguno fue capaz de
disuadir a Tesla de su determinación de rechazar, en 1912, la nominación para
el Nobel de Física. Reprochó a la Academia sueca que no se lo hubiera concedido
antes, en lugar de a Marconi, a quien miraba por encima del hombro, como a
Edison.
6. Tenía un trastorno
obsesivo-compulsivo. Como quería vivir muchos años, hasta alcanzar el estatus
de centenario, mantenía una dieta espartana basada en leche y verduras. Se
protegía del frío tapando las rendijas de las puertas con cinta adhesiva.
7. Buffalo, en Estados
Unidos, fue la primera ciudad en quedar iluminada por la corriente eléctrica de
Tesla, la corriente alterna. Los generadores se instalaron en las cataratas del
Niágara, tal y como Tesla había imaginado de niño cuando vio un grabado de tales
cataratas y se preguntó cómo era posible que nadie sacara rédito de aquel
inmenso poder.
8. Era misógino. Asexuado.
Odiaba la luz solar. El ruido le molestaba. Era alto, delgado y elegante,
aunque siempre vestía pasado de moda.
9. Tesla tenía un palacio
mental de proporciones majestuosas y llena de toda clase de herramientas y
materiales. De ese modo, Tesla podía experimentar en su laboratorio mental
durante horas o días, antes de ponerse a trabajar en el mundo real. Era como si
Tesla entrara en Matrix. Esta clase de experimentos que son hipótesis
imaginarias se llama gedanken.
Por ejemplo, así es como
desarrolló inicialmente el primer motor polifásico de corriente alterna, según
el historiador Gregorio Ugidos en su libro Chiripas de la historia:
En un parque de Budapest le
llegó la inspiración como un rayo fáustico, imaginó un mecanismo y lo fue
desarrollando mentalmente. Al rato buscó desesperado un lápiz y un papel para
dejarlo por escrito, pero no pudo encontrar nada a su alcance. Presa de la excitación,
cogió una rama y dibujó sobre la arena un diagrama. Sudoroso, emitía sonidos
inarticulados mientras las fórmulas aparecían sobre el suelo. Aquel éxtasis
duró lo bastante para que un coro de curiosos lo tomara por loco. Ya en su
taller, descubrió que todo encajaba perfectamente.
10. Tuvo amigos importantes,
como Mark Twain, el pianista Ignace Paderewski, o el célebre naturalista John
Muir.