La administración de Obama
dio a conocer ayer un informe científico sobre el cambio climático que no sólo
dice que resulta ya evidente en todas partes. Añade, además, que si no se hacen
ahora más esfuerzos para reducir las emisiones procedentes de la actividad
humana la situación podría suponer un coste de decenas de miles de millones de
dólares más tarde.
El informe, elaborado con la
participación de más de 300 científicos, es una obligación legal y debe
presentarse cada cuatro años. Pero las administraciones anteriores han
encontrado formas de eludir la ley. De hecho, el que se conoció ayer es sólo el
tercer informe de este tipo publicado por la Casa Blanca.
El extenso análisis dice que
cada región de Estados Unidos tendrá que hacer frente a adversidades climáticas
diversas como sequías, incendios forestales, nevadas inusuales o huracanes más
fuertes de los normales. La Casa Blanca también hace hincapié en que los
efectos no se limitan a desastres naturales sino que también se podrán ver en
las tasas de los seguros médicos que las personas tendrán que pagar para hacer
frente a la compra de medicamentos contra diferentes alergias.
“Los estadounidenses están
notando ya los cambios a su alrededor”, dice el informe. “Los veranos son más
largos y más calurosos, y los períodos de calor inusual duran más tiempo de lo
que cualquier ciudadano ha experimentado hasta ahora. Los inviernos son
generalmente más cortos y cálidos. La lluvia llega en forma de tormentas y
aguaceros. La gente está viendo los cambios en la duración y severidad de las
alergias estacionales, las variedades de plantas que crecen en sus jardines, y
las especies de aves que pueden ver cualquier mes”, continúa.
“La gente tiene la
percepción de que éste será un problema que afectará a nuestros hijos, pero no
nosotros. O a los osos polares en el Ártico, pero no nosotros. Y lo que este
informe dice es que el cambio climático nos afecta aquí y ahora”, apunta
Katharine Hayhoe, coautora del informe National Climate Assessment.
CINCO
CLAVES ENERGÉTICAS
El estudio incluye un
desglose de los efectos región por región: en carreteras, aeropuertos, puentes,
suministros de agua, salud humana, y muchos otros aspectos. Por ejemplo, la
energía. El informe contiene cinco mensajes claves:
1. Los fenómenos meteorológicos
extremos afectan a las instalaciones de producción y suministro de energía,
causan interrupciones en el suministro y afectan a otras infraestructuras que
dependen de la disponibilidad de energía.
2. Las temperaturas más
altas en verano incrementarán el consumo de electricidad, causando altos picos
de demanda. Mientras, en los inviernos más cálidos se reducirá la demanda de
energía para calefacción. Pero es previsible que la utilización neta de
electricidad aumente.
3. Los cambios en la
disponibilidad de agua, tanto puntuales como de larga duración, limitará las
diferentes formas de producción de energía.
4. A más largo plazo, el
aumento del nivel del mar y los temporales extremos afectarán a instalaciones e
infraestructura de las que dependen muchos sistemas energéticos, mercados y
consumidores.
5. En función de las
inversiones que hagamos hoy en nuevas tecnologías, el sistema energético del
futuro será distinto al actual. Dependiendo del carácter de los cambios en el
mix energético, el cambio climático supondrá nuevos riesgos y también oportunidades.
“El cambio climático fue
considerado un problema que nos afectaría en un futuro lejano, pero se ha
movido firmemente hasta el presente”, dice el estudio. Frente a esta realidad,
el gobierno de Obama martilleó ayer el mensaje de que reducir las emisiones de
gases de efecto invernadero ahora es mucho más barato que no hacer nada y pagar
por el daño posterior.