La mirada del alba que aparece repentina allá en el horizonte,
la mirada al infinito de aquel hombre que naufragó en el mar,
la mirada turbia de los atardeceres con lluvia,
"la mirada de aquel que se dice ser puro
cuando no es más que un diablo, diablo, diablo;"
la mirada de los crepúsculos con lluvia iluminados por relámpagos,
la mirada de los violentos relámpagos bajo la lluvia que ahora es apacible,
la mirada del ruido que hacen los neumáticos de los autos en los charcos;
en fin, la mirada de esta oscura noche que dejó la lluvia;
pero el texto de tu artículo, no llegó. Aún lo espero.
ERASMO NAVA ESPÍRITU