jueves, 12 de junio de 2014

Entresemana Gobernadores de cartón Moisés Sánchez Limón

A Julio León Sardaneta, por el orgullo de ser su amigo
Hace unos días aludí a los mandatarios estatales que, piano piano, integran al círculo de los gobernadores de cartón; singulares políticos a quienes de manera sutil, decorosa y si usted quiere autoritariamente light los ha suplido el presidente Enrique Peña Nieto porque son francamente incompetentes.
Los malquerientes de Peña Nieto, los que lo enferman, descalifican y vituperan porque pegarle al Presidente de la República se ha convertido en deporte nacional, seguramente no han reparado en esta demostración del ejercicio del poder que en el mexiquense ha ocurrido paulatinamente.
¿Gobierna el mexiquense con los amigos? Por segunda ocasión sostuvo que el Presidente de la República no tiene amigos. En ese ánimo, indudablemente más de dos miembros del gabinete deben saber que su renuncia está próxima. ¿Luis Videgaray? ¿Enrique Martínez? ¿Ildefonso Guajardo?
El hecho es que, a 18 meses de gobierno, el de Peña Nieto se alza como el de mano dura con guante blanco.
De que se irán los incompetentes del gabinete –en consonancia con Carlos Ferreyra: no hay legal ni ampliado, simplemente gabinete--, ni dudarlo. Pero México no son los secretarios de despacho ni esos directores de paraestatales que han demostrado algo que eufemísticamente puede llamársele inexperiencia.
México es el pacto federal, México es una república en la que si uno de los firmantes falla debe irse, porque como aquella vieja conseja de la manzana podrida, de no ser echada del cesto puede contaminar al resto.
En las épocas del Gran Tlatoani, del Señorpresidentedelarepúblicaloqueustedordene, defenestrar a un gobernador era decisión tomada desde el máximo cargo de elección popular que reside en Los Pinos o en Palacio Nacional. Y punto. Gobernadores de Oaxaca, Guerrero, Tabasco, Sonora, Veracruz, en esos años del PRI-Gobierno omnipotente y omnipresente, fueron despedidos porque así convenía al sistema. O, a los intereses del señorpresidente.
Hoy, no se les defenestra ni se convoca al Congreso de la Unión para emprenderles juicio de procedencia ni desaparecer poderes. No, se les demuestra que son incapaces incluso de poner orden entre sus subordinados de tercer nivel. Y se les suple con un comisionado, un equipo asesor y de apoyo que, por supuesto, recibe órdenes desde la Presidencia de la República; se reporta al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, como la Oficialía de Partes.
Eso ocurrió con el gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo Figueroa, públicamente incapaz para gobernar, falto de carácter y rodeado de una cohorte de leguleyos y arribistas que hoy por hoy están, unos, con un pie en la calle y, otros, en vías de ser enjuiciados penalmente.
Y fue relevado del cargo desde Los Pinos con la designación de Alfredo Castillo Cervantes, cuyo carácter de comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, es una larga denominación al nombramiento de gobernador sustituto. No interino.
Por esos rumbos, sin comisionado para no chotear la figura del sustituto, pero sí con equipos de trabajo en áreas de seguridad pública y desarrollo social, especialmente, están los gobernadores de Guerrero, Ángel Heladio Aguirre Rivero; el de Tamaulipas, Egidio Torre Cantú; el de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa; el de Chihuahua, César Horacio Duarte Jáquez, que no da paso sin avisar a Los Pinos, y el de Hidalgo, Francisco Olvera Ruiz, de quien cuentan aún pelea por su independencia porque desde Bucareli le dictan instrucciones. Y ni qué decir del sonorense Guillermo Padrés Elías, que estuvo a un tris de que le desaparecieran los poderes por aquella, vigente por cierto, bronca del agua. ¿Quién cree que puso orden para no enfrentar a hermanos yaquis con los blancos? No, por supuesto no fue Padrés.
Sí, Julio, son gobernadores de cartón. Dicen que gobiernan y para ello pagan fotos en los diarios. Por cierto, échele una mirada a la foto que, en la página 31 de su edición del jueves 12 de junio, publica el diario Milenio diario. La pagó Ángel Aguirre Rivero (no le gusta le llamen Heladio), y aparece sonriente, en un acto que encabezó el presidente Peña Nieto.
El pie de foto bien podría preguntar: ¿De qué se ríe, señor gobernador? Pero, el que paga manda. El caso es que mientras Yayo observa a la cámara, Duarte, Olvera, Padrés, Torre y Duarte de Ochoa tienen la mirada puesta en lo que sólo ellos saben, mas no dirigida al orador que era, ni más ni menos, el presidente Peña Nieto. ¿Cuántos gobernadores se sumarán a esta interesante pléyade de incapaces de cartón? No, ya no se desaparecen poderes ni se les corre, se les deja como decorado en cartón pintado con lo que se pinta a la nada. Conste.
VIERNES. Interesante semana de protagonismos perredistas y decisiones panistas con el aparente desdén del priismo que, al final de cuentas, entregará buenas cuentas a su jefe, el Presidente. ¿Débil y enfermo? ¡Ah! Mucha lana para entrevistar “en exclusiva” y en Nueva York al secretario de Hacienda, Luis Videgaray. ¿Por qué? Digo.
@msanchezlimon