sábado, 14 de junio de 2014

Médula Walton el as de Obrador Por Jesús Lépez Ochoa


Hay una frase muy trillada pero muy cierta: en política, la forma es fondo. Ésta se refiere a que hay que saber leer entre líneas lo que los políticos dicen, para una conclusión adecuada de su discurso.
El discurso político es como un bosque espeso que sólo permite ver las copas de los árboles, por lo que es necesario adentrarse para ver lo que encierra.
La política, más la partidista, es competencia, y por tanto, las decisiones estratégicas no se comunican claramente, por lo que se deben descifrar los simbolismos que fácilmente escapan a nuestros sentidos para saber qué fue lo que ocurrió frente a nosotros sin habernos percatado aún estando presentes.
La reciente visita de Andrés Manuel López Obrador es un ejemplo claro de lo anterior. En el zócalo de Acapulco, argumentó que en virtud de que Luis Walton le dijo que quería seguir como alcalde de Acapulco, el candidato de su naciente partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), será Lázaro Mazón Alonso.
Pero recordó a sus seguidores que Luis Walton lo ha apoyado y los llamó a defenderlo a él y a su gobierno municipal en Acapulco.
Las preguntas para el análisis son: ¿Lázaro Mazón no es el secretario de Salud del estado? ¿Él no piensa seguir en la Secretaría? ¿Por qué llamar a defender a Walton y recalcar que ha tenido su apoyo?
A la última pregunta, la que considero más importante, la respuesta simple es la cortesía política, pero ésta también tiene lecturas en el contexto de una estrategia obradorista de anticipar destapes por todo el país con miras de dotar a Morena de figuras regionales fuertes que atrapen las simpatías para continuar con el crecimiento de esta nueva fuerza política.
En Guerrero el escenario de la izquierda está fragmentado en cuatro partidos, PRD, MC, PT y ahora Morena, ninguno ha ganado una elección a gobernador por sí mismo, por lo que las alianzas y coaliciones son vitales para conservar el gobierno del estado en 2015.
Morena no puede coaligarse al ser de nueva creación, pero si apoyar de facto a algún candidato a gobernador, o declinar al suyo estando garantizados los votos para su registro en las diputaciones federales, locales y ayuntamientos en los que participará con candidatos propios.
De tal suerte que Obrador está colocando dos cartas, una sobre la mesa y otra bajo la manga, para la selección de un posible candidato de unidad de la izquierda, dejando claro que el suyo, el visible, no irá con ningún otro partido, pero el otro, Luis Walton, si podrá hacerlo y por eso llama a defenderlo, o más bien, a cuidarlo, ya que con 115 mil afiliados a su partido, Movimiento Ciudadano, Walton es capaz de inclinar cualquier balanza en los siguientes comicios.
Esto lo convierte en un aliado importante y Obrador lo sabe muy bien. Lo cortés no quita lo estratégico.